viernes, 30 de enero de 2009

lección de francés

estudio francés en un libro de Larousse
Francés Fácil Esencial
la primera lección te enseña
a decir:
dónde
ahí
allá
aquí

por favor
y
gracias
palabras básicas

hace algunos años estuve inscrito en
un curso de francés impartido por una tía
éramos tres tipos y dos mujeres
uno estudiaba para su trabajo
otro por gusto, igual que una de las chicas,
y la otra chica, una mujer hermosa –
hubiera dado todo por cogérmela-
quería largarse a Francia,
México no estaba a su altura y
además
su novio era del país de Duchamp

yo estudiaba francés porque quería leer
a Baudelaire, Villon, Rimbaud, Eluard, etc.

también, por ese entonces conocí a una francesa
en una playa del suroeste mexicano
una francesa con los ojos incendiados de
atardeceres brumosos en el océano pacífico
con dos hijas y un futuro lleno de
malditas flores inciertas
y, eso sí, un corazón entrelazado al canto de los pájaros;
en ese entonces era un fantasma
desplazándome por ahí, una sombra, y
había dejado de beber, de fumar,
de drogarme, por primera vez,
tenía no sé cuántos meses sin coger
yo había muerto
era un romántico estúpido y estaba jodido
tomando pastillas para los nervios
tres veces al día,
y la francesa, con sus viajes circuclares,
solo una noche estuvimos juntos
despiertos toda la noche
ella llegó con su falda roja
y me preguntó qué esperaba
a ti, le contesté
y la invité
y me ofreció el sol que ilumina la noche

al amanecer se fue a su cabaña
la acompañé
y después me quedé ahí
con en el gris amanecer a la orilla del Pacífico,
en el patio de aquellas cabañas,
resucitado,
miré la furia del mar atascada en su líquido impulso
las costas oaxaqueñas con sus ahogados,
era un hombre nuevo, si acaso es posible
ser, por un instante, un hombre nuevo
no había nadie en la playa
en el mundo
éramos tan solo la naturaleza y yo
un instante
para entendernos
y encendí, con alegría, mi primer cigarro

esa mañana regresé a la ciudad
y jamás volví a saber de la francesa,
continúe mi curso de francés
y la chica más guapa del curso se largó
a Francia, sin despedirse,
la otra chica se casó
y los otros tipos se perdieron en las calles
de la rutina
y yo me largué
de ahí

dicen que estudiar otro idioma
es bueno para comprender
y sentir más cercano
los huesos y el corazón
del propio
quizá es cierto
no lo sé

dicen que el francés es un idioma
hermoso
pero, indiscutiblemente, son
más hermosas las francesas

esta noche vuelvo al Larousse,
y me divierto
y voy a leer, otra vez,
a Baudelaire
haré mi propia traducción
de
La mort des pauvres
y espero que esta noche
no sea la última vez
que recuerde a la francesa
un ángel con dos hijas
allá
donde yo estuve muerto
et
repito la lección:
où?, là-bas, oui,
s’il vous plait,
merci