detenerse en la tarde,
junto al invierno
brilla la luz del cuervo.
domingo, 31 de enero de 2016
visiones
por la avenida pasan los autos de una historia
atravesada por la culpa del genocidio.
la derrota en los ojos de estas calles
el sabor a ceniza entre los dientes,
el dolor de aceptar el grave error
de querer conquistar el destino de los hombres.
los parques con sus árboles domésticos,
los muros de la iglesia y las ventanas del miedo
guardan en su silencio las palomas del terror.
nadie puede olvidar lo que ocurrió
y es difícil hablar de la desesperación
de ciertos corazones desgastados.
atravesada por la culpa del genocidio.
la derrota en los ojos de estas calles
el sabor a ceniza entre los dientes,
el dolor de aceptar el grave error
de querer conquistar el destino de los hombres.
los parques con sus árboles domésticos,
los muros de la iglesia y las ventanas del miedo
guardan en su silencio las palomas del terror.
nadie puede olvidar lo que ocurrió
y es difícil hablar de la desesperación
de ciertos corazones desgastados.
apunte en la solapa
no sólo ahora pienso en quién has sido.
los espejos, mis manos, ciertas palabras, frases
llevan sobre los hombros la historia de tu vida,
tu infancia entre las calles de una ciudad cabrona.
tus planes fracturados, tu destino.
tu fuerza y tu coraje por seguir adelante.
los espejos, mis manos, ciertas palabras, frases
llevan sobre los hombros la historia de tu vida,
tu infancia entre las calles de una ciudad cabrona.
tus planes fracturados, tu destino.
tu fuerza y tu coraje por seguir adelante.
sábado, 30 de enero de 2016
meditación en negro
llega la noche y busco las palabras
por el día arrastradas.
por el día y el silencio.
por el mar y la playa.
por las almas perdidas del camino.
viajar es no saber nunca hacia dónde.
ni los motivos. no existe el regreso
al punto de partida.
pero llega el momento de la duda.
se mira la ventana
y de pronto se entiende que la ciudad no es nuestra
ni de nadie, y sus parques, estaciones,
caminos han perdido su sentido.
ya no nos dicen nada.
se piensa en la renuncia.
si fuera una película esta historia,
volar el papalote de la tarde
entre la incertidumbre
y la meditación del invierno, le habríamos
ganado las apuestas al destino
y quizá estas palabras
que han llegado esta noche hasta mi mesa
tendrían un sabor menos amargo.
ahora es más de media noche
y ni tú ni yo somos inocentes.
el amor te ha enseñado que es posible
perdonar y olvidar, y sin embargo.
no lo entiendo. viajar es perderse para siempre
de ti, del mundo, de uno mismo.
por el día arrastradas.
por el día y el silencio.
por el mar y la playa.
por las almas perdidas del camino.
viajar es no saber nunca hacia dónde.
ni los motivos. no existe el regreso
al punto de partida.
pero llega el momento de la duda.
se mira la ventana
y de pronto se entiende que la ciudad no es nuestra
ni de nadie, y sus parques, estaciones,
caminos han perdido su sentido.
ya no nos dicen nada.
se piensa en la renuncia.
si fuera una película esta historia,
volar el papalote de la tarde
entre la incertidumbre
y la meditación del invierno, le habríamos
ganado las apuestas al destino
y quizá estas palabras
que han llegado esta noche hasta mi mesa
tendrían un sabor menos amargo.
ahora es más de media noche
y ni tú ni yo somos inocentes.
el amor te ha enseñado que es posible
perdonar y olvidar, y sin embargo.
no lo entiendo. viajar es perderse para siempre
de ti, del mundo, de uno mismo.
viernes, 29 de enero de 2016
otro fragmento
rodeado de palabras para sobrevivir
al extraño sentido de percibir la noche
su pálida agonía de trenes detenidos
de calles solitarias como un viejo poema
calles de una ciudad generosa y prescindible
no sé si es mi deber escribir sobre nosotros
sobre los viajes hacia el fin del mundo
sobre lo que callamos y no diremos nunca
sobre ti y sobre mí en un departamento cálido
en una ciudad junto al mar Caribe
si acaso el beso aquel al salir de la cantina
fue la eternidad nuestra a las tres de la mañana
una historia tan simple como nada
al extraño sentido de percibir la noche
su pálida agonía de trenes detenidos
de calles solitarias como un viejo poema
calles de una ciudad generosa y prescindible
no sé si es mi deber escribir sobre nosotros
sobre los viajes hacia el fin del mundo
sobre lo que callamos y no diremos nunca
sobre ti y sobre mí en un departamento cálido
en una ciudad junto al mar Caribe
si acaso el beso aquel al salir de la cantina
fue la eternidad nuestra a las tres de la mañana
una historia tan simple como nada
jueves, 28 de enero de 2016
fragmentos
sucede de esta forma
las nubes que se mueven
el sol que se abre paso
caminos entre bosques
fragmentos entre el polvo
ciudades desgastadas
sucede así de pronto
un mirlo en la ventana
las flores en tus manos
los ríos que se curvan
mis sueños a tu lado
las nubes que se mueven
el sol que se abre paso
caminos entre bosques
fragmentos entre el polvo
ciudades desgastadas
sucede así de pronto
un mirlo en la ventana
las flores en tus manos
los ríos que se curvan
mis sueños a tu lado
miércoles, 27 de enero de 2016
el rojo corazón de la saudade
no hay nada que decir sobre tu falda
ni sobre tu manera de bailar
cuando has bebido más de tres mezcales
nada que añadir sobre tus miradas
cuando fumas y ríes de ladito
como si me invitaras a arrojarme
como si no existiera otra certeza
que tus labios pintados con el rojo
corazón de la noche
nada que decir sobre la feliz
expresión de tu escote que parece
roto por el calor y los abrazos
quisiera preguntarte, sin embargo,
si sabes existir, incluso cuando
nos hayamos perdido en otras páginas
cuando el tiempo se vuelva irreversible
la cuenta regresiva hacia la muerte
la memoria vertida en un instante
nada que añadir, nada que decir
sobre el resorte negro de tus bragas
atado a los latidos del deseo
ni sobre tu manera de bailar
cuando has bebido más de tres mezcales
nada que añadir sobre tus miradas
cuando fumas y ríes de ladito
como si me invitaras a arrojarme
como si no existiera otra certeza
que tus labios pintados con el rojo
corazón de la noche
nada que decir sobre la feliz
expresión de tu escote que parece
roto por el calor y los abrazos
quisiera preguntarte, sin embargo,
si sabes existir, incluso cuando
nos hayamos perdido en otras páginas
cuando el tiempo se vuelva irreversible
la cuenta regresiva hacia la muerte
la memoria vertida en un instante
nada que añadir, nada que decir
sobre el resorte negro de tus bragas
atado a los latidos del deseo
martes, 26 de enero de 2016
Plaza Cataluña
la plaza bajo un sol esplendoroso,
respirando las risas,
los abrazos, las cálidas palabras
de quienes se despiden,
de quienes otra vez vuelven a verse.
los niños persiguiendo a las palomas.
en los balcones, gritos callados de banderas
separatistas.
esa mañana, junto al azul Mediterráneo,
la vida, con su modo tan sencillo
de romper la ordinaria melancolía
de los hombres perdidos.
respirando las risas,
los abrazos, las cálidas palabras
de quienes se despiden,
de quienes otra vez vuelven a verse.
los niños persiguiendo a las palomas.
en los balcones, gritos callados de banderas
separatistas.
esa mañana, junto al azul Mediterráneo,
la vida, con su modo tan sencillo
de romper la ordinaria melancolía
de los hombres perdidos.
sábado, 23 de enero de 2016
nieve en Berlín
viajar de noche
entre la nieve
hacia otro país
hacia otra lengua
no esperar nada
y darlo todo
hasta el final
noche neblina
entre mis manos
Berlín de blanco
dejo mis huellas
entre sus calles
nieve en Berlín
la noche es nuestra
entre la nieve
hacia otro país
hacia otra lengua
no esperar nada
y darlo todo
hasta el final
noche neblina
entre mis manos
Berlín de blanco
dejo mis huellas
entre sus calles
nieve en Berlín
la noche es nuestra
viernes, 22 de enero de 2016
tus fantasmas y el frío
la nieve se derrite como el sueño
de abrazarte esta tarde
otro invierno que pasa, otro sol
las cortinas abiertas y el olor a tabaco
y la ciudad del otro lado
de la ventana
aquí ya es media noche y como siempre
la luz de este escritorio
es la única encendida en este barrio
la nieve es cada vez menos nieve, más basura
nada es perfecto
y aunque así fuera, la nieve se va
y tú estás satisfecha
y sonríes y te vistes y arreglas tu pelo.
las ventanas reflejan las luces de los autos
la suave incertidumbre de tus ojos
es un camino
para entender el mundo
para alejarse y no volver jamás
pero yo estoy aquí
mientras tú te levantas de la cama
y caminas volando por otra oscuridad
siguen siendo un secreto
en otra ciudad, lejos de nosotros.
la nieve se derrite,
escucho una canción mientras escribo.
de abrazarte esta tarde
otro invierno que pasa, otro sol
las cortinas abiertas y el olor a tabaco
y la ciudad del otro lado
de la ventana
aquí ya es media noche y como siempre
la luz de este escritorio
es la única encendida en este barrio
la nieve es cada vez menos nieve, más basura
nada es perfecto
y aunque así fuera, la nieve se va
y tú estás satisfecha
y sonríes y te vistes y arreglas tu pelo.
las ventanas reflejan las luces de los autos
la suave incertidumbre de tus ojos
es un camino
para entender el mundo
para alejarse y no volver jamás
pero yo estoy aquí
mientras tú te levantas de la cama
y caminas volando por otra oscuridad
y cómo recordarte, no lo sé,
tus fantasmas y el fríosiguen siendo un secreto
la nieve se derrite,
escucho una canción mientras escribo.
jueves, 21 de enero de 2016
el encuentro fortuito de Lutréamont
¿uno decide en qué lengua escribir?
en qué piensa ese niño cuando mira la calle
en qué idioma aprendimos a olvidar
en qué lengua escribiste mi tristeza
mis ganas de volver a ese café
y mirarte y decirte que la tarde es perfecta
para dar un paseo por el puerto
en qué lengua dijiste mi nombre aquella noche
en qué idioma me hablaste frente al mar
qué raíz, qué color tuvo el silencio
decidimos perdernos juntos, ¿o no es verdad?
decidimos hablar el mismo idioma
escribir con el mismo abecedario
que utilizan las alas y el verano
con qué palabras sueñan los niños que no existen
jugar con las palabras y las pausas
dijimos prometimos intentamos
las estructuras cíclicas del cielo
las abiertas preguntas
de las letras de nadie de las letras
del mundo
la lengua es una patria
pero es insostenible cualquier nacionalismo
uno inventa el lenguaje en el silencio del cuarto
uno inventa el paraguas y la máquina
de coser en la mesa
de disección
uno inventa y se inventa
entre recuerdos música un buen trago
de whisky y la certeza de estar equivocado
en todo y contra todo
y, sin embargo, ser oscuramente feliz.
en qué piensa ese niño cuando mira la calle
en qué idioma aprendimos a olvidar
en qué lengua escribiste mi tristeza
mis ganas de volver a ese café
y mirarte y decirte que la tarde es perfecta
para dar un paseo por el puerto
en qué lengua dijiste mi nombre aquella noche
en qué idioma me hablaste frente al mar
qué raíz, qué color tuvo el silencio
decidimos perdernos juntos, ¿o no es verdad?
decidimos hablar el mismo idioma
escribir con el mismo abecedario
que utilizan las alas y el verano
con qué palabras sueñan los niños que no existen
jugar con las palabras y las pausas
dijimos prometimos intentamos
las estructuras cíclicas del cielo
las abiertas preguntas
de las letras de nadie de las letras
del mundo
la lengua es una patria
pero es insostenible cualquier nacionalismo
uno inventa el lenguaje en el silencio del cuarto
uno inventa el paraguas y la máquina
de coser en la mesa
de disección
uno inventa y se inventa
entre recuerdos música un buen trago
de whisky y la certeza de estar equivocado
en todo y contra todo
y, sin embargo, ser oscuramente feliz.
miércoles, 20 de enero de 2016
tu sentido del orden
cuando en sus manos tienen los colores,
qué más pueden hacer sino pintar
cuadernos y paredes y ventanas,
rayar con los colores lo que a su paso encuentren
sus dudas, el silencio, las palabras,
con su impulso inocente de pintores salvajes
con sus manos pequeñas
con su imaginación interminable
no puedes exigirles menos
no puedes reprocharles su experiencia
sus ganas de pintar hasta el cansancio
aunque a ti no te guste
aunque tu casa quede como un barrio jodido
como una exposición de arte moderno
como casa de ricos
son ellos, una parte de ellos
sembrando sus colores,
la inocencia del fuego y de la música.
tú, qué puedes hacer sino esperar,
aceptar que tus moldes no funcionan,
no son nada, no son ni siquiera un poco de algo.
crees que tiene sentido la belleza aprendida
la que te han enseñado en cualquier parte.
tu sentido del orden, sólo es eso,
el sentido del miedo, el terror al vacío.
pero ni tus sentidos ni las paredes ni los árboles
durarán para siempre,
de qué sirve tener una casa inmaculada,
cristales tan brillosos como paredes blancas,
silencio pedagógico
paredes sin colores ni rayadas
por los pequeños niños de la casa
de qué sirve quitarles esas risas,
si al fin y al cabo son paredes, muebles,
si pueden mantenerse o repararse.
la vida justamente es eso:
unos niños rayando las paredes del mundo.
qué más pueden hacer sino pintar
cuadernos y paredes y ventanas,
rayar con los colores lo que a su paso encuentren
sus dudas, el silencio, las palabras,
con su impulso inocente de pintores salvajes
con sus manos pequeñas
con su imaginación interminable
no puedes exigirles menos
no puedes reprocharles su experiencia
sus ganas de pintar hasta el cansancio
aunque a ti no te guste
aunque tu casa quede como un barrio jodido
como una exposición de arte moderno
como casa de ricos
son ellos, una parte de ellos
sembrando sus colores,
la inocencia del fuego y de la música.
tú, qué puedes hacer sino esperar,
aceptar que tus moldes no funcionan,
no son nada, no son ni siquiera un poco de algo.
crees que tiene sentido la belleza aprendida
la que te han enseñado en cualquier parte.
tu sentido del orden, sólo es eso,
el sentido del miedo, el terror al vacío.
pero ni tus sentidos ni las paredes ni los árboles
durarán para siempre,
de qué sirve tener una casa inmaculada,
cristales tan brillosos como paredes blancas,
silencio pedagógico
paredes sin colores ni rayadas
por los pequeños niños de la casa
de qué sirve quitarles esas risas,
si al fin y al cabo son paredes, muebles,
si pueden mantenerse o repararse.
la vida justamente es eso:
unos niños rayando las paredes del mundo.
martes, 19 de enero de 2016
orilla de un día
entre nosotros dos está el silencio
sin huellas de la nieve,
los autos aparcados en la nieve,
el graznido sin fondo de los cuervos,
la nieve recostada
como libros abiertos
en las ramas oscuras del camino.
hay un montón de nieve
y una noche estrellada sin tus ojos.
entre nosotros dos quedan preguntas
de un mundo abandonado
a la orilla de un día
demasiado perfecto,
un día sin regreso hacia sí mismo.
preguntas sin respuesta de la vida.
preguntas enterradas bajo el frío.
preguntas solitarias en un bar.
nieve que tú no pisas.
te gustaría tanto, te volverías loca.
nos emborracharíamos
sobre la nieve,
en el mar ordinario de lo efímero.
sin huellas de la nieve,
los autos aparcados en la nieve,
el graznido sin fondo de los cuervos,
la nieve recostada
como libros abiertos
en las ramas oscuras del camino.
hay un montón de nieve
y una noche estrellada sin tus ojos.
entre nosotros dos quedan preguntas
de un mundo abandonado
a la orilla de un día
demasiado perfecto,
un día sin regreso hacia sí mismo.
preguntas sin respuesta de la vida.
preguntas enterradas bajo el frío.
preguntas solitarias en un bar.
nieve que tú no pisas.
te gustaría tanto, te volverías loca.
nos emborracharíamos
sobre la nieve,
en el mar ordinario de lo efímero.
lunes, 18 de enero de 2016
la nieve fue del sol
la nieve está
cubierta de huellas pasajeras,
y nosotros ya no
tenemos tiempo.
esas huellas
llegaron
de algún instante
roto por las manos del día
o de la noche.
insalvables
siluetas del destino,
ancladas a la nieve
como los barcos del sueño
han pasado los
meses y los años futuros
a los que tantas
veces recurrimos
en una habitación iluminada
por el pequeño
fuego del tabaco
están aquí,
callados, acechantes
mirándome a los
ojos, cuestionándome
por el origen. no tengo
respuestas,
y no sé por qué,
pienso mientras miro
cómo la nieve cubre
la ciudad,
la neta es que no
sé por qué chingados
no me he pegado un
tiro.
el día fue del sol
hoy
y nosotros ya no
tenemos tiempo.
¿te suena familiar
esta metáfora?
puede ser más
sencilla que una nube en el cielo
que un nueve entre
el montón de palabras
sin rumbo fijo,
que el viento
entre las ramas que conocen el frío.
hay secretos que
siempre habitaremos
sin molestar a
nadie.
y creo que está
bien así.
sólo la nieve sabe
la importancia del frío,
el silencio
perpetuo de lo blanco
que habita los
secretos y la muerte.
y nada, no sé cómo
hubiera sido distinto.
las palabras son verdes
pero también son
blancas y también abismo.
el día y la nieve,
las huellas
silenciosas del fracaso.
es cierto que
exagero,
pero qué puedo
hacer, ya sabes que así soy yo.
y nosotros ya no
tenemos tiempo.
domingo, 17 de enero de 2016
finalidad del organismo
soy transmisor, la
sucia máquina incomprensible,
el trueno
solitario en las montañas,
el tlac-tlac del
teclado en la tlac computadora,
la tormenta en el
mar de medianoche, el fuego
que todo lo
consume, aunque no quiera.
soy transmisor de
códigos textuales
de palabras
surgidas del vacío,
de versos emanados
de cualquier pendejada,
de música que no
existe ni ha existido nunca.
en búsqueda del
blanco silencio de la página.
en búsqueda de
nada. en búsqueda perpetua.
soy transmisor del
tiempo interminable
de la guerra, del
hambre, del dolor.
soy la máquina química
de los elementos,
soy oxígeno soy
hidrógeno soy carbono
la máquina
perfecta de la casualidad.
el destino ordinario de la vida.
el destino ordinario de la vida.
los fragmentos, el
flujo, la modificación
de las infieles páginas
abiertas,
la urgencia de borrar el significado previo
de la sabiduría y la razón,
la urgencia de borrar el significado previo
de la sabiduría y la razón,
fragmentadas palabras
en los nervios del texto,
el desmoronamiento de las lenguas.
soy transmisor, espejo de la luz,
soy las estrellas negras y los soles
servidos en la mesa de los días
ordinarios. así de fácil, soy
el transmisor de códigos binarios
los códigos binarios
del ordenador donde estás leyendo esto.
el desmoronamiento de las lenguas.
soy transmisor, espejo de la luz,
soy las estrellas negras y los soles
servidos en la mesa de los días
ordinarios. así de fácil, soy
el transmisor de códigos binarios
los códigos binarios
del ordenador donde estás leyendo esto.
sábado, 16 de enero de 2016
amaneció nevando
es breve nuestro
paso por la vida
y no nos damos
cuenta.
ha caído la noche
y no ha dejado
de nevar. la
ciudad luce su frío destino.
nos hemos repetido
tantas veces estas frases
que resulta
ridículo escribirlas.
pero es breve no
sólo nuestra vida,
tu cuerpo entre
mis manos me lo dijo.
empecé a escribir
este poema en la mañana
y ahora es más de
media noche
y las oscuras
huellas del silencio
siguen intactas
sobre la música del frío.
me asomo a la
ventana, sin recuerdos
en la cabeza,
quieto en el instante que ocurre,
más cercano a la piedra
que al viento que la toca,
y miro aquellos
copos de nieve caer lentos
sobre las calles,
en los jardines y los parques,
sobre los
automóviles.
esta escena parece
sostenerse
al margen de la
historia del mundo y su fracaso,
de la felicidad de
los felices.
sobrevive de
alguna forma y a pesar de eso.
justifica tan sólo
este momento,
mi trabajo, la
espera inútil de lo imposible.
viernes, 15 de enero de 2016
jueves, 14 de enero de 2016
caminos falsos
observo el fragmentado sentido de la noche,
oscuridad de invierno entre los pasos.
el frío está pegado a las ventanas del tren.
el silencio en los rostros del paisaje.
no vamos a ningún lado, aunque lo intentemos.
tu camino y el mío se parecen.
cualquier camino es falso, cualquier destino frágil.
después del final y antes del principio
de la vida, de nuestra vida y sus precipicios,
sus hoteles de paso, sus paraguas,
sus relojes pulsera, sus agendas, sus cines,
nuestra vida de fuego y agricultura,
de coches deportivos y lujos y pobreza
nuestra vida con hambre y desalojos,
después del final y antes del principio, decía,
éramos y seremos el silencio
de la oscuridad que podemos ver cada noche.
oscuridad de invierno entre los pasos.
el frío está pegado a las ventanas del tren.
el silencio en los rostros del paisaje.
no vamos a ningún lado, aunque lo intentemos.
tu camino y el mío se parecen.
cualquier camino es falso, cualquier destino frágil.
después del final y antes del principio
de la vida, de nuestra vida y sus precipicios,
sus hoteles de paso, sus paraguas,
sus relojes pulsera, sus agendas, sus cines,
nuestra vida de fuego y agricultura,
de coches deportivos y lujos y pobreza
nuestra vida con hambre y desalojos,
después del final y antes del principio, decía,
éramos y seremos el silencio
de la oscuridad que podemos ver cada noche.
miércoles, 13 de enero de 2016
nada a salvo del tedio
perder el rumbo
así de pronto,
a contragolpe
de una luz todavía
llena de oscuridad,
de una luz
desgajada por el sueño
que ya no
compartimos.
de una luz dibujada
por las aves,
liberada por
alguien que fuiste aluna vez.
sin saber por qué
ni cómo ni cuándo.
sin saber el
destino de ese dónde
donde no
fracasamos nunca,
a contragolpe,
las palabras del
mundo se detienen
en las breves
palabras
donde el destino
ha escrito sus mentiras.
podemos verlas,
¿a qué le tienes
miedo?
ningún camino está
a salvo del tedio,
ningún corazón puede
mantenerse
completamente a
salvo del frío y las tormentas.
nadie es inmortal ni
tiene la fuerza
de mantenerse a
salvo del vacío.
a contragolpe
los escombros del
sueño se despiertan,
dicen mi nombre
y me dan estas líneas sin sentido,
como una flor sembrada por tus manos.
las luces en la noche
conocen la distancia entre las voces.
ningún paisaje tiene la verdad
la única, la auténtica,
perder el rumbo
es celebrar la historia del delirio.
martes, 12 de enero de 2016
en el silencio oscuro del instante
algunos días no
tengo ganas de escucharte.
quiero dejarte
lejos,
deshacerme de ti,
de tus ideas
sobre la levedad y
la tristeza del mundo.
hay días que no
tengo ganas de estar contigo,
trato de no arriesgarme
por tus sueños,
evito los
recuerdos, no importa de qué tipo.
evito los espejos.
la música que más te gusta.
sin ganas de mí
mismo ni de nadie,
la tarde de las
cuatro que se muere de frío
en el silencio
oscuro del instante,
donde la ciudad crece
hasta volverse
noche y autopista,
tiene los mismos ojos que los tuyos.
sin ganas de ti, pero sin poderte evitar.
qué quieres que te diga.
algunas veces, simplemente estoy
cansado de mí mismo.
es tan normal,
como querer quemar todas las naves.
mejor entrar a un
bar, pedir un whisky sin hielos
y esperar que la
nada
se lleve entre sus
alas la belleza
de esos momentos tan ridículos de mi vida.
mis flores del mal, mis flores del frío,
mis flores para nadie.
esperar y beber. ignorándome. soportándome.
riéndome de mí.
lunes, 11 de enero de 2016
recorrimos París
fuimos héroes llenos y vacíos
de historias malgastadas.
no te culpo por
haberte largado,
por haberme pedido
que ya no te buscara.
por haberme expulsado
de tu grupo de amigos.
siempre supiste
hacer las cosas bien.
esta mañana, cuando abrí el periódico
y leí la noticia
pensé inmediatamente en esas noches
llenas de besos
tocadas por tus manos y la voz de Bowie,
su música galáctica,
el polvo azul en todas partes,
acariciando nuestro vacío con el viento
de una complicidad hecha de luna.
las huellas en la nieve
duraron mucho tiempo.
pero lo más chingón de esos momentos
atravesados por la oscuridad compartida:
tu cuerpo así, desnudo como un sol
que ilumina la música y las playas.
demasiada belleza
para un mortal que no tiene nada interesante.
descubriste el secreto,
sabías muy bien
dónde guardaban el tesoro,
las llaves del instante perdurable,
los dioses que perdieron la batalla.
así te desnudabas,
mientras Bowie cantaba en el cuarto
y tú cantabas,
te sabías las letras de todas sus canciones.
sin temor a perderte
siempre al borde de ti misma y de nosotros mismos
siempre sonriente, siempre loca, siempre rebelde
y fraternal.
recorrimos París cuando soñamos,
un libro lo recuerda.
y dime tú,
¿de quién te acuerdas cuando escuchas a David Bowie?
me preguntaste mientras en tu boca
escurría la sangre de una fresa.
anochecía.
y el caracol del tiempo entre tus manos
detenido con besos y lujuria,
y tu cuerpo desnudo entre las olas.
los dioses que perdieron la batalla.
así te desnudabas,
mientras Bowie cantaba en el cuarto
y tú cantabas,
te sabías las letras de todas sus canciones.
sin temor a perderte
siempre al borde de ti misma y de nosotros mismos
siempre sonriente, siempre loca, siempre rebelde
y fraternal.
recorrimos París cuando soñamos,
un libro lo recuerda.
y dime tú,
¿de quién te acuerdas cuando escuchas a David Bowie?
me preguntaste mientras en tu boca
escurría la sangre de una fresa.
anochecía.
y el caracol del tiempo entre tus manos
detenido con besos y lujuria,
y tu cuerpo desnudo entre las olas.
corría por tus venas la suerte de ganar,
cualquier partida,
aunque no te importara las condecoraciones.
el mundo a tu favor.
cualquier partida,
aunque no te importara las condecoraciones.
el mundo a tu favor.
y lo hiciste muy
bien.
domingo, 10 de enero de 2016
invierno en lo callado
sentado en el
café, recordé el sueño,
su rostro en la
penumbra
de la desconocida
habitación
cuando estamos
dormidos.
hay sucesos que
ocurren y jamás
podremos
aclararlos,
pero él estaba
ahí, claro y tranquilo,
sonriente entre
los otros.
entonces recordaba
que había muerto,
lo miré
sorprendido,
me daba gusto
verlo con nosotros,
entre tabaco,
música,
cervezas,
cotorreando como siempre.
“qué onda”, le preguntaba,
“cómo fue que de
pronto te moriste,
cómo que así nomás”.
él reía y movía la
cabeza.
“sí, muy loco, muy
loco”,
decía y empinaba su
cerveza.
y agregó: "pero a ti
todavía te falta mucho, mucho".
me despertó la alarma del teléfono,
me quedé un rato en cama,
con una sensación
de imperturbable
invierno en lo
callado.
pensé en lo que
tenía que hacer
en lo que no había
hecho.
en los minutos
quietos todavía
de los días
futuros.
me estiré y sentí
el peso de la rutina
inyectarse en mi
cuerpo.
me bañé y salí. un sol resplandeciente
iluminaba el blanco
paisaje del domingo bajo cero.
sábado, 9 de enero de 2016
texto inconcluso
trato de
concentrarme en el libro de gramática
alemana, los
verbos, los artículos,
esas declinaciones
misteriosas
que evocan un
latín lleno de nieve.
pero no lo consigo
y no te culpo por eso.
ni tú ni nadie tiene la culpa de mi vida.
el mar está cubierto de destinos
y de ausencias desnudas y sin nombres.
la salvaje gramática del tedio
de las horas perdidas en los libros.
algún día hablaré perfectamente
con mi propia voz, mi único destino.
ni tú ni nadie tiene la culpa de mi vida.
el mar está cubierto de destinos
y de ausencias desnudas y sin nombres.
la salvaje gramática del tedio
de las horas perdidas en los libros.
algún día hablaré perfectamente
con mi propia voz, mi único destino.
y la verdad, si
acaso hay verdades en el mundo,
es que tu ausencia no brilla esta noche.
viernes, 8 de enero de 2016
mar profundo
no te olvides de
mí cuando ya no quieras nada.
cuando te hayas
cansado de la vida.
de no encontrar
respuestas.
muy temprano el
camión de la basura se lleva
algo que alguna
vez necesitamos.
cualquier
estupidez.
se lleva todo aquello que dejamos.
la ciudad despertó
callada bajo la nieve.
un silencio tan
blanco como el fuego
de las viejas
distancias.
en el vacío puedes
verte tan mar profundo,
tan adentro del
hueso, de las dudas
a cada paso
heridas
no hay juramentos
sólidos ni eternos.
más bien
fragmentos
vidrios regados en
la alfombra de tus sueños.
recuerda que
existimos juntos alguna vez
a las tres treinta
y tantas madrugadas
a la orilla del
mar.
tú te acercaste
tan despacio, como la nieve
que lentamente
cubre estos días.
mañana trataré de
no escribir
nada relacionado
contigo o sin ti.
las preguntas son
rotas alas de mariposa,
ríos contaminados
por el miedo.
no aceptar los
motivos.
no te olvides de
mí cuando ya no quieras nada.
si estás cansada,
piensa en esas noches
con el pedal a
fondo.
y ríete de aquello
que vivimos
y que nadie podrá
quitarnos nunca.
jueves, 7 de enero de 2016
grados bajo cero
en la noche de invierno
el frío está pegado a las ventanas del tren
amanece de noche en la ciudad.
mi reflejo en el agua congelada.
mi reflejo es un hielo.
soy grados bajo cero entre las calles.
no hay patos en el lago
sobre la superficie
patinan solitarios entre amantes.
me levanto a mirar
el oscuro silencio de la noche.
el frío está pegado a las ventanas del cuarto.
el frío está pegado a las ventanas del tren
amanece de noche en la ciudad.
mi reflejo en el agua congelada.
mi reflejo es un hielo.
soy grados bajo cero entre las calles.
no hay patos en el lago
sobre la superficie
patinan solitarios entre amantes.
me levanto a mirar
el oscuro silencio de la noche.
el frío está pegado a las ventanas del cuarto.
miércoles, 6 de enero de 2016
un cumpleaños en la nieve
su sonrisa en la
nieve
es un error de la infelicidad.
es un error de la infelicidad.
no sé dónde empezó,
pero la tiene.
la fuerza de su rostro en el invierno,
me trae a la memoria esas historias
que han sido traicionadas
por su propio final.
y sin embargo, sus ojos intensos,
sus ojos todavía fuego
tienen el campo
verde de la infancia.
su sonrisa en la nieve da calor
cuando sólo el silencio queda
en la estación del tren.
ahora
sostiene una cerveza,
en su mano derecha un escarchado tarro.
sostiene una cerveza,
en su mano derecha un escarchado tarro.
y su expresión tan dura
parece que no quiere volver a empezar nada.
parece que no quiere volver a empezar nada.
las cosas están bien así.
rígida, sin creer en nadie.
porque el amor arrastra al precipicio,
algunas veces, y otras
encarcela a los pájaros azules del pecho.
mientras la miro, pienso:
como si amar
hubiera sido en vano,
un barco en el océano, perdido;
cuya tripulación desesperada,
sin ecos ni salidas,
sintiera que su historia no ha valido la pena.
la apuesta de la apuesta equivocada.
¿qué diablos significa eso?
la apuesta de la apuesta equivocada.
¿qué diablos significa eso?
si estuviera a tu lado, mujer, probablemente,
no te diría nada,
porque ¿qué puedo yo decirte
si mi razonamiento es ordinario,
si no soy más que un falso argumento, otro más?
aunque quizá
te diría que tienes razón en lo que fuera.
a estas alturas eso es lo de menos.
después te invitaría un trago.
si mi razonamiento es ordinario,
si no soy más que un falso argumento, otro más?
aunque quizá
te diría que tienes razón en lo que fuera.
a estas alturas eso es lo de menos.
después te invitaría un trago.
pondría la canción que más te gusta.
te daría mi mano:
¿quieres bailar?
te daría mi mano:
¿quieres bailar?
martes, 5 de enero de 2016
la profundidad milimétrica de la sal
el mundo es un
lugar inhabitable
sin tu presencia.
aunque no estemos
juntos,
aunque en las
noches, cuando regresas del trabajo,
otros labios te
besen en la puerta.
aunque ahora te escriban
de otra forma,
palabras que son
tuyas, silencios
que conocen tus
pasos y la forma dudosa
que tienes al mirarte en un espejo.
que tienes al mirarte en un espejo.
la costumbre es
demasiado pronto buena amante,
pero sólo a tu
lado se disfruta.
sólo en tu
desnudez de mar en calma
es posible la sal
y la profundidad
de su forma milimétrica.
sólo cuando camino
por la arena
y tus huellas son
huellas de nosotros,
la vida cotidiana se
vuelve fuego, árboles,
vuelo sin alas,
vuelo sin destino.
la oscuridad
contigo.
precisamente tú,
vestida con el lenguaje
de las aves
llegadas de la noche,
algo tan ordinario
y dulce
como esas tardes,
cuando preguntaba por ti,
tienes a tu favor
la indiferencia
el amargo sabor de
los paisajes
inalcanzables, eres
la música del cielo.
la vida no sería
la misma,
acaso sólo folios,
papeles, desperdicios,
ciudades blancas,
negras, débiles, derrumbándose
entre las manos
mías.
algo me has
enseñado
y lo sigues
haciendo,
aunque ya no estés
más a mi lado, corazón.
lunes, 4 de enero de 2016
rostros de la madrugada
me levanto
temprano y me preparo
para tomar el tren
de madrugada.
los rostros a esa
hora también parecen tristes.
pero me digo: sólo
están cansados.
las oficinas quieren
comerse los destinos
sin sentido, insípidos,
aburridos,
esos cuerpos
bañados, arreglados,
que viajan en el
tren de madrugada y hora pico.
las inquietudes
más tarde serán olvidadas
los sueños ya no
existen.
atentos a pequeños
aparatos
o en silencio y
pensando en que la vida, quizá,
les tiene
reservada una estupenda alegría.
camino a la cocina
y caliento agua
para el mate de
cada mañana, mate amargo.
calculo los
minutos
me detengo un
momento en la ventana
y observo el
resplandor entre los árboles.
la dulce luz del
alba sobre las azoteas
abriéndose camino
entre los restos
de la noche. intensa
y melodiosa,
punzante luz que acecha
el silencios del suicida.
domingo, 3 de enero de 2016
fantasma
hoy no quise salir
de casa.
tu fantasma fue
muy claro, preciso.
entrabas y salías
de las habitaciones
como si el tiempo
no hubiera pasado.
estabas aquí,
junto a mí.
nadie nos esperaba
tras la puerta.
puse un disco de
Cohen
y acaricié tu
pelo, lentamente.
el cielo de tus
ojos y tu risa
brillaron tan
sutilmente, como el testimonio
de que es posible,
no pocas veces, la
verdad.
la verdad de tus
ojos, aunque seas fantasma.
bebimos café negro
y fumamos
mientras el sol
entraba en este cuarto
y bajaba por tus
piernas como la lujuria
hecha de una
cascada luminosa.
estabas aquí con
todas tus calles,
con todas tus
maletas y tus viajes,
con la respiración
de sentirte al fin en casa.
te acostaste en
mis piernas
y me mirabas como
sólo tú
fantasma y no
fantasma
sabes hacerlo.
te sentías feliz
de que estuviéramos juntos.
domingo
alucinante.
es divertido verte
entre las sombras.
recrear los
momentos a tu lado.
como si nada
hubiera cambiado entre nosotros.
sábado, 2 de enero de 2016
una pared en blanco
es tan chingón
vivir y sin embargo
tan triste al
mismo tiempo.
quiero decir
saudade, no tristeza:
vuelo azul de
gaviotas en la playa,
unos niños
corriendo en las ciudades
de tu memoria,
cuando el sueño
era un amanecer
entre caricias.
ahora que las
ganas se confunden
con los bares
vacíos y las noches
que no valen la
pena, es más claro
mirar la playa
donde ya no estás,
los ojos que ya no
te miran,
los labios que tu
boca ya no besan,
los días de la
semana de aquel año,
de aquel paisaje,
ciertas tardes grises
que igual fueron
profundamente tuyas.
el tiempo: ocho grados bajo cero.
la noche despejada. las estrellas
titilan sin poemas que las usen.
una pared en
blanco frente a mí,
una luz de oficina
en el escritorio.
nunca he tenido
ideas propias, únicas,
sólo copio y
repito lo esperado.
aunque ya nadie crea
en este mundo.
es tan chingón
vivir.
la música de un piano
habita el cuarto,
donde también se
incendian las promesas
porque la soledad
está conmigo
y no se
desperdicia
ni puede hacerse a
un lado.
la vida no sucede como esperas
pero suele ocurrir siempre un milagro:
la lluvia, tu sonrisa, los encuentros.
viernes, 1 de enero de 2016
sobre la arena
la palabra que más me gusta,
tiene tu nombre por destino.
estamos en la orilla
de un beso sin regreso, de una
caricia llena de caricias
y pájaros y playas
donde el tiempo ha dejado de existir.
tiene tu nombre por destino.
estamos en la orilla
de un beso sin regreso, de una
caricia llena de caricias
y pájaros y playas
donde el tiempo ha dejado de existir.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)