domingo, 31 de enero de 2016

invernal

detenerse en la tarde,
junto al invierno
brilla la luz del cuervo.

visiones

por la avenida pasan los autos de una historia
atravesada por la culpa del genocidio.
la derrota en los ojos de estas calles
el sabor a ceniza entre los dientes,
el dolor de aceptar el grave error
de querer conquistar el destino de los hombres.

los parques con sus árboles domésticos,
los muros de la iglesia y las ventanas del miedo
guardan en su silencio las palomas del terror.
nadie puede olvidar lo que ocurrió
y es difícil hablar de la desesperación
de ciertos corazones desgastados.

apunte en la solapa

no sólo ahora pienso en quién has sido.
los espejos, mis manos, ciertas palabras, frases
llevan sobre los hombros la historia de tu vida,
tu infancia entre las calles de una ciudad cabrona.
tus planes fracturados, tu destino.
tu fuerza y tu coraje por seguir adelante.


sábado, 30 de enero de 2016

meditación en negro

llega la noche y busco las palabras
por el día arrastradas.
por el día y el silencio.
por el mar y la playa.
por las almas perdidas del camino.

viajar es no saber nunca hacia dónde.
ni los motivos. no existe el regreso
al punto de partida.

pero llega el momento de la duda.
se mira la ventana
y de pronto se entiende que la ciudad no es nuestra
ni de nadie, y sus parques, estaciones,
caminos han perdido su sentido.
ya no nos dicen nada.
se piensa en la renuncia.

si fuera una película esta historia,
volar el papalote de la tarde
entre la incertidumbre
y la meditación del invierno, le habríamos
ganado las apuestas al destino

y quizá estas palabras
que han llegado esta noche hasta mi mesa
tendrían un sabor menos amargo.

ahora es más de media noche
y ni tú ni yo somos inocentes.
el amor te ha enseñado que es posible
perdonar y olvidar, y sin embargo.

no lo entiendo. viajar es perderse para siempre
de ti, del mundo, de uno mismo.

viernes, 29 de enero de 2016

otro fragmento

rodeado de palabras para sobrevivir
al extraño sentido de percibir la noche
su pálida agonía de trenes detenidos
de calles solitarias como un viejo poema
calles de una ciudad generosa y prescindible
no sé si es mi deber escribir sobre nosotros
sobre los viajes hacia el fin del mundo
sobre lo que callamos y no diremos nunca
sobre ti y sobre mí en un departamento cálido
en una ciudad junto al mar Caribe
si acaso el beso aquel al salir de la cantina
fue la eternidad nuestra a las tres de la mañana
una historia tan simple como nada

jueves, 28 de enero de 2016

fragmentos

sucede de esta forma
las nubes que se mueven
el sol que se abre paso
caminos entre bosques
fragmentos entre el polvo
ciudades desgastadas
sucede así de pronto
un mirlo en la ventana
las flores en tus manos
los ríos que se curvan
mis sueños a tu lado

miércoles, 27 de enero de 2016

el rojo corazón de la saudade

no hay nada que decir sobre tu falda
ni sobre tu manera de bailar
cuando has bebido más de tres mezcales

nada que añadir sobre tus miradas
cuando fumas y ríes de ladito
como si me invitaras a arrojarme

como si no existiera otra certeza
que tus labios pintados con el rojo
corazón de la noche

nada que decir sobre la feliz
expresión de tu escote que parece
roto por el calor y los abrazos

quisiera preguntarte, sin embargo,
si sabes existir, incluso cuando
nos hayamos perdido en otras páginas

cuando el tiempo se vuelva irreversible
la cuenta regresiva hacia la muerte
la memoria vertida en un instante

nada que añadir, nada que decir
sobre el resorte negro de tus bragas
atado a los latidos del deseo

martes, 26 de enero de 2016

Plaza Cataluña

la plaza bajo un sol esplendoroso,
respirando las risas,
los abrazos, las cálidas palabras
de quienes se despiden,
de quienes otra vez vuelven a verse.
los niños persiguiendo a las palomas.
en los balcones, gritos callados de banderas
separatistas.
esa mañana, junto al azul Mediterráneo,
la vida, con su modo tan sencillo
de romper la ordinaria melancolía
de los hombres perdidos.

sábado, 23 de enero de 2016

nieve en Berlín

viajar de noche
entre la nieve
hacia otro país
hacia otra lengua
no esperar nada
y darlo todo
hasta el final
noche  neblina
entre mis manos
Berlín de blanco
dejo mis huellas
entre sus calles
nieve en Berlín
la noche es nuestra

viernes, 22 de enero de 2016

tus fantasmas y el frío

la nieve se derrite como el sueño
de abrazarte esta tarde
otro invierno que pasa, otro sol

las cortinas abiertas y el olor a tabaco
y la ciudad del otro lado
de la ventana

aquí ya es media noche y como siempre
la luz de este escritorio
es la única encendida en este barrio

la nieve es cada vez menos nieve, más basura
nada es perfecto
y aunque así fuera, la nieve se va

y tú estás satisfecha
y sonríes y te vistes y arreglas tu pelo.
las ventanas reflejan las luces de los autos

la suave incertidumbre de tus ojos
es un camino
para entender el mundo

para alejarse y no volver jamás

pero yo estoy aquí
mientras tú te levantas de la cama
y caminas volando por otra oscuridad

y cómo recordarte, no lo sé,
tus fantasmas y el frío
siguen siendo un secreto

en otra ciudad, lejos de nosotros.
la nieve se derrite,
escucho una canción mientras escribo.

jueves, 21 de enero de 2016

el encuentro fortuito de Lutréamont

¿uno decide en qué lengua escribir?
en qué piensa ese niño cuando mira la calle
en qué idioma aprendimos a olvidar
en qué lengua escribiste mi tristeza
mis ganas de volver a ese café
y mirarte y decirte que la tarde es perfecta
para dar un paseo por el puerto

en qué lengua dijiste mi nombre aquella noche
en qué idioma me hablaste frente al mar
qué raíz, qué color tuvo el silencio

decidimos perdernos juntos, ¿o no es verdad?
decidimos hablar el mismo idioma
escribir con el mismo abecedario
que utilizan las alas y el verano

con qué palabras sueñan los niños que no existen
jugar con las palabras y las pausas
dijimos prometimos intentamos
las estructuras cíclicas del cielo
las abiertas preguntas
de las letras de nadie de las letras
del mundo

la lengua es una patria
pero es insostenible cualquier nacionalismo

uno inventa el lenguaje en el silencio del cuarto
uno inventa el paraguas y la máquina
de coser en la mesa
de disección

uno inventa y se inventa
entre recuerdos música un buen trago
de whisky y la certeza de estar equivocado
en todo y contra todo
y, sin embargo, ser oscuramente feliz.

miércoles, 20 de enero de 2016

tu sentido del orden

cuando en sus manos tienen los colores,
qué más pueden hacer sino pintar
cuadernos y paredes y ventanas,
rayar con los colores lo que a su paso encuentren
sus dudas, el silencio, las palabras,
con su impulso inocente de pintores salvajes
con sus manos pequeñas
con su imaginación interminable
no puedes exigirles menos
no puedes reprocharles su experiencia
sus ganas de pintar hasta el cansancio
aunque a ti no te guste
aunque tu casa quede como un barrio jodido
como una exposición de arte moderno
como casa de ricos
son ellos, una parte de ellos
sembrando sus colores,
la inocencia del fuego y de la música.
tú, qué puedes hacer sino esperar,
aceptar que tus moldes no funcionan,
no son nada, no son ni siquiera un poco de algo.
crees que tiene sentido la belleza aprendida
la que te han enseñado en cualquier parte.
tu sentido del orden, sólo es eso,
el sentido del miedo, el terror al vacío.
pero ni tus sentidos ni las paredes ni los árboles
durarán para siempre,
de qué sirve tener una casa inmaculada,
cristales tan brillosos como paredes blancas,
silencio pedagógico
paredes sin colores ni rayadas
por los pequeños niños de la casa
de qué sirve quitarles esas risas,
si al fin y al cabo son paredes, muebles,
si pueden mantenerse o repararse.
la vida justamente es eso:
unos niños rayando las paredes del mundo.

martes, 19 de enero de 2016

orilla de un día

entre nosotros dos está el silencio
sin huellas de la nieve,
los autos aparcados en la nieve,
el graznido sin fondo de los cuervos,
la nieve recostada
como libros abiertos
en las ramas oscuras del camino.

hay un montón de nieve
y una noche estrellada sin tus ojos.

entre nosotros dos quedan preguntas
de un mundo abandonado
a la orilla de un día
demasiado perfecto,
un día sin regreso hacia sí mismo.

preguntas sin respuesta de la vida.
preguntas enterradas bajo el frío.
preguntas solitarias en un bar.

nieve que tú no pisas.
te gustaría tanto, te volverías loca.
nos emborracharíamos
sobre la nieve,
en el mar ordinario de lo efímero.

lunes, 18 de enero de 2016

la nieve fue del sol

la nieve está cubierta de huellas pasajeras,
y nosotros ya no tenemos tiempo.
esas huellas llegaron
de algún instante roto por las manos del día
o de la noche.
insalvables siluetas del destino,
ancladas a la nieve como los barcos del sueño

han pasado los meses y los años futuros
a los que tantas veces recurrimos
en una habitación iluminada
por el pequeño fuego del tabaco
están aquí, callados, acechantes
mirándome a los ojos, cuestionándome
por el origen. no tengo respuestas,
y no sé por qué, pienso mientras miro
cómo la nieve cubre la ciudad,
la neta es que no sé por qué chingados
no me he pegado un tiro.

el día fue del sol
hoy
y nosotros ya no tenemos tiempo.

¿te suena familiar esta metáfora?
puede ser más sencilla que una nube en el cielo
que un nueve entre el montón de palabras
sin rumbo fijo,
que el viento entre las ramas que conocen el frío.

hay secretos que siempre habitaremos
sin molestar a nadie.
y creo que está bien así.
sólo la nieve sabe la importancia del frío,
el silencio perpetuo de lo blanco
que habita los secretos y la muerte.
y nada, no sé cómo hubiera sido distinto.
las palabras son verdes
pero también son blancas y también abismo.

el día y la nieve,
las huellas silenciosas del fracaso.
es cierto que exagero,
pero qué puedo hacer, ya sabes que así soy yo.
y nosotros ya no tenemos tiempo.

domingo, 17 de enero de 2016

finalidad del organismo

soy transmisor, la sucia máquina incomprensible,
el trueno solitario en las montañas,
el tlac-tlac del teclado en la tlac computadora,
la tormenta en el mar de medianoche, el fuego
que todo lo consume, aunque no quiera.
soy transmisor de códigos textuales
de palabras surgidas del vacío,
de versos emanados de cualquier pendejada,
de música que no existe ni ha existido nunca.
en búsqueda del blanco silencio de la página.
en búsqueda de nada. en búsqueda perpetua.
soy transmisor del tiempo interminable
de la guerra, del hambre, del dolor.
soy la máquina química de los elementos,
soy oxígeno soy hidrógeno soy carbono
la máquina perfecta de la casualidad.
el destino ordinario de la vida.
los fragmentos, el flujo, la modificación
de las infieles páginas abiertas,
la urgencia de borrar el significado previo
de la sabiduría y la razón,
fragmentadas palabras en los nervios del texto,
el desmoronamiento de las lenguas.
soy transmisor, espejo de la luz,
soy las estrellas negras y los soles
servidos en la mesa de los días
ordinarios. así de fácil, soy
el transmisor de códigos binarios
los códigos binarios
del ordenador donde estás leyendo esto.

sábado, 16 de enero de 2016

amaneció nevando

es breve nuestro paso por la vida
y no nos damos cuenta.
ha caído la noche y no ha dejado
de nevar. la ciudad luce su frío destino.

nos hemos repetido tantas veces estas frases
que resulta ridículo escribirlas.
pero es breve no sólo nuestra vida,
tu cuerpo entre mis manos me lo dijo.

empecé a escribir este poema en la mañana
y ahora es más de media noche
y las oscuras huellas del silencio
siguen intactas sobre la música del frío.

me asomo a la ventana, sin recuerdos
en la cabeza, quieto en el instante que ocurre,
más cercano a la piedra que al viento que la toca,
y miro aquellos copos de nieve caer lentos
sobre las calles, en los jardines y los parques,
sobre los automóviles.  

esta escena parece sostenerse
al margen de la historia del mundo y su fracaso,
de la felicidad de los felices.
sobrevive de alguna forma y a pesar de eso.
justifica tan sólo este momento,
mi trabajo, la espera inútil de lo imposible.

viernes, 15 de enero de 2016

Bach

un poco de la música
que más te gusta
cuando se hace de noche

jueves, 14 de enero de 2016

caminos falsos

observo el fragmentado sentido de la noche,
oscuridad de invierno entre los pasos.
el frío está pegado a las ventanas del tren.
el silencio en los rostros del paisaje.
no vamos a ningún lado, aunque lo intentemos.
tu camino y el mío se parecen.
cualquier camino es falso, cualquier destino frágil.
después del final y antes del principio
de la vida, de nuestra vida y sus precipicios,
sus hoteles de paso, sus paraguas,
sus relojes pulsera, sus agendas, sus cines,
nuestra vida de fuego y agricultura,
de coches deportivos y lujos y pobreza
nuestra vida con hambre y desalojos,
después del final y antes del principio, decía,
éramos y seremos el silencio
de la oscuridad que podemos ver cada noche.

miércoles, 13 de enero de 2016

nada a salvo del tedio

perder el rumbo así de pronto,
a contragolpe
de una luz todavía llena de oscuridad,
de una luz desgajada por el sueño
que ya no compartimos.
de una luz dibujada por las aves,
liberada por alguien que fuiste aluna vez.

sin saber por qué ni cómo ni cuándo.
sin saber el destino de ese dónde
donde no fracasamos nunca,
a contragolpe,
las palabras del mundo se detienen
en las breves palabras
donde el destino ha escrito sus mentiras.
podemos verlas,
¿a qué le tienes miedo?

ningún camino está a salvo del tedio,
ningún corazón puede mantenerse
completamente a salvo del frío y las tormentas.

nadie es inmortal ni tiene la fuerza
de mantenerse a salvo del vacío.
a contragolpe
los escombros del sueño se despiertan,
dicen mi nombre
y me dan estas líneas sin sentido,
como una flor sembrada por tus manos.
las luces en la noche
conocen la distancia entre las voces.

ningún paisaje tiene la verdad
la única, la auténtica,
perder el rumbo
es celebrar la historia del delirio.

martes, 12 de enero de 2016

en el silencio oscuro del instante

algunos días no tengo ganas de escucharte.
quiero dejarte lejos,
deshacerme de ti, de tus ideas
sobre la levedad y la tristeza del mundo.

hay días que no tengo ganas de estar contigo,
trato de no arriesgarme por tus sueños,
evito los recuerdos, no importa de qué tipo.
evito los espejos.
la música que más te gusta.

sin ganas de mí mismo ni de nadie,
la tarde de las cuatro que se muere de frío
en el silencio oscuro del instante,
donde la ciudad crece
hasta volverse noche y autopista,
tiene los mismos ojos que los tuyos.

sin ganas de ti, pero sin poderte evitar.
qué quieres que te diga.
algunas veces, simplemente estoy
cansado de mí mismo.
es tan normal,
como querer quemar todas las naves.

mejor entrar a un bar, pedir un whisky sin hielos
y esperar que la nada
se lleve entre sus alas la belleza
de esos momentos tan ridículos de mi vida.
mis flores del mal, mis flores del frío,
mis flores para nadie. 
esperar y beber. ignorándome. soportándome.
riéndome de mí.

lunes, 11 de enero de 2016

recorrimos París

fuimos héroes llenos y vacíos
de historias malgastadas.
no te culpo por haberte largado,
por haberme pedido que ya no te buscara.
por haberme expulsado de tu grupo de amigos.
siempre supiste hacer las cosas bien.

esta mañana, cuando abrí el periódico
y leí la noticia
pensé inmediatamente en esas noches
llenas de besos
tocadas por tus manos y la voz de Bowie,
su música galáctica,
el polvo azul en todas partes,
acariciando nuestro vacío con el viento
de una complicidad hecha de luna.
las huellas en la nieve
duraron mucho tiempo.

pero lo más chingón de esos momentos
atravesados por la oscuridad compartida:
tu cuerpo así, desnudo como un sol
que ilumina la música y las playas.
demasiada belleza
para un mortal que no tiene nada interesante.

descubriste el secreto,
sabías muy bien dónde guardaban el tesoro,
las llaves del instante perdurable,
los dioses que perdieron la batalla.
así te desnudabas,
mientras Bowie cantaba en el cuarto
y tú cantabas,
te sabías las letras de todas sus canciones.

sin temor a perderte
siempre al borde de ti misma y de nosotros mismos
siempre sonriente, siempre loca, siempre rebelde
y fraternal.
recorrimos París cuando soñamos,
un libro lo recuerda.

y dime tú,
¿de quién te acuerdas cuando escuchas a David Bowie?
me preguntaste mientras en tu boca
escurría la sangre de una fresa.
anochecía.
y el caracol del tiempo entre tus manos
detenido con besos y lujuria,
y tu cuerpo desnudo entre las olas.
corría por tus venas la suerte de ganar,
cualquier partida,
aunque no te importara las condecoraciones.
el mundo a tu favor.
y lo hiciste muy bien.

domingo, 10 de enero de 2016

invierno en lo callado

sentado en el café, recordé el sueño,
su rostro en la penumbra
de la desconocida habitación
cuando estamos dormidos.
hay sucesos que ocurren y jamás
podremos aclararlos,
pero él estaba ahí, claro y tranquilo,
sonriente entre los otros.
entonces recordaba que había muerto,
lo miré sorprendido,
me daba gusto verlo con nosotros,
entre tabaco, música,
cervezas, cotorreando como siempre.
“qué onda”, le preguntaba,
“cómo fue que de pronto te moriste,
cómo que así nomás”.
él reía y movía la cabeza.
“sí, muy loco, muy loco”,
decía y empinaba su cerveza.
y agregó: "pero a ti 
todavía te falta mucho, mucho". 

me despertó la alarma del teléfono,
me quedé un rato en cama,
con una sensación de imperturbable
invierno en lo callado.
pensé en lo que tenía que hacer
en lo que no había hecho.
en los minutos quietos todavía
de los días futuros.
me estiré y sentí el peso de la rutina
inyectarse en mi cuerpo.
me bañé y salí. un sol resplandeciente
iluminaba el blanco
paisaje del domingo bajo cero.

sábado, 9 de enero de 2016

texto inconcluso

trato de concentrarme en el libro de gramática
alemana, los verbos, los artículos,
esas declinaciones misteriosas
que evocan un latín lleno de nieve.
pero no lo consigo y no te culpo por eso.
ni tú ni nadie tiene la culpa de mi vida.
el mar está cubierto de destinos
y de ausencias desnudas y sin nombres.
la salvaje gramática del tedio
de las horas perdidas en los libros.
algún día hablaré perfectamente 
con mi propia voz, mi único destino.
y la verdad, si acaso hay verdades en el mundo,
es que tu ausencia no brilla esta noche.

viernes, 8 de enero de 2016

mar profundo

no te olvides de mí cuando ya no quieras nada.
cuando te hayas cansado de la vida.
de no encontrar respuestas.

muy temprano el camión de la basura se lleva
algo que alguna vez necesitamos.
cualquier estupidez.
se lleva todo aquello que dejamos.

la ciudad despertó callada bajo la nieve.
un silencio tan blanco como el fuego
de las viejas distancias.

en el vacío puedes verte tan mar profundo,
tan adentro del hueso, de las dudas
a cada paso heridas
no hay juramentos sólidos ni eternos.
más bien fragmentos
vidrios regados en la alfombra de tus sueños.

recuerda que existimos juntos alguna vez
a las tres treinta y tantas madrugadas
a la orilla del mar.

tú te acercaste tan despacio, como la nieve
que lentamente cubre estos días.
mañana trataré de no escribir
nada relacionado
contigo o sin ti.

las preguntas son rotas alas de mariposa,
ríos contaminados por el miedo.
no aceptar los motivos.

no te olvides de mí cuando ya no quieras nada.
si estás cansada, piensa en esas noches
con el pedal a fondo.
y ríete de aquello que vivimos
y que nadie podrá quitarnos nunca.

jueves, 7 de enero de 2016

grados bajo cero

en la noche de invierno
el frío está pegado a las ventanas del tren
amanece de noche en la ciudad.

mi reflejo en el agua congelada.
mi reflejo es un hielo.
soy grados bajo cero entre las calles.

no hay patos en el lago
sobre la superficie
patinan solitarios entre amantes.

me levanto a mirar
el oscuro silencio de la noche.
el frío está pegado a las ventanas del cuarto.

miércoles, 6 de enero de 2016

un cumpleaños en la nieve

su sonrisa en la nieve
es un error de la infelicidad.

no sé dónde empezó,
pero la tiene.
la fuerza de su rostro en el invierno,
me trae a la memoria esas historias
que han sido traicionadas
por su propio final.

y sin embargo, sus ojos intensos,
sus ojos todavía fuego
tienen el campo verde de la infancia.

su sonrisa en la nieve da calor
cuando sólo el silencio queda
en la estación del tren.

ahora 
sostiene una cerveza, 
en su mano derecha un escarchado tarro.
y su expresión tan  dura
parece que no quiere volver a empezar nada.
las cosas están bien así.

rígida, sin creer en nadie.
porque el amor arrastra al precipicio,
algunas veces, y otras
encarcela a los pájaros azules del pecho.

mientras la miro, pienso:
como si amar hubiera sido en vano,
un barco en el océano, perdido;
cuya tripulación desesperada,
sin ecos ni salidas,
sintiera que su historia no ha valido la pena.
la apuesta de la apuesta equivocada.
¿qué diablos significa eso?

si estuviera a tu lado, mujer, probablemente,
no te diría nada,
porque ¿qué puedo yo decirte
si mi razonamiento es ordinario,
si no soy más que un falso argumento, otro más?

aunque quizá
te diría que tienes razón en lo que fuera.
a estas alturas eso es lo de menos.
después te invitaría un trago.
pondría la canción que más te gusta.
te daría mi mano:
¿quieres bailar?

martes, 5 de enero de 2016

la profundidad milimétrica de la sal

el mundo es un lugar inhabitable
sin tu presencia.
aunque no estemos juntos,
aunque en las noches, cuando regresas del trabajo,
otros labios te besen en la puerta.
aunque ahora te escriban de otra forma,
palabras que son tuyas, silencios
que conocen tus pasos y la forma dudosa 
que tienes al mirarte en un espejo.

la costumbre es demasiado pronto buena amante,
pero sólo a tu lado se disfruta.
sólo en tu desnudez de mar en calma
es posible la sal
y la profundidad de su forma milimétrica.
sólo cuando camino por la arena
y tus huellas son huellas de nosotros,
la vida cotidiana se vuelve fuego, árboles,
vuelo sin alas, vuelo sin destino.
la oscuridad contigo.

precisamente tú, vestida con el lenguaje
de las aves llegadas de la noche,
algo tan ordinario y dulce
como esas tardes, cuando preguntaba por ti,
tienes a tu favor la indiferencia
el amargo sabor de los paisajes
inalcanzables, eres la música del cielo.

la vida no sería la misma,
acaso sólo folios, papeles, desperdicios,
ciudades blancas, negras, débiles, derrumbándose
entre las manos mías.

algo me has enseñado
y lo sigues haciendo,
aunque ya no estés más a mi lado, corazón.

lunes, 4 de enero de 2016

rostros de la madrugada

me levanto temprano y me preparo
para tomar el tren de madrugada.
los rostros a esa hora también parecen tristes.
pero me digo: sólo están cansados.

las oficinas quieren comerse los destinos
sin sentido, insípidos, aburridos,
esos cuerpos bañados, arreglados,
que viajan en el tren de madrugada y hora pico.

las inquietudes más tarde serán olvidadas
los sueños ya no existen.
atentos a pequeños aparatos
o en silencio y pensando en que la vida, quizá,
les tiene reservada una estupenda alegría.

camino a la cocina y caliento agua
para el mate de cada mañana, mate amargo.
calculo los minutos
me detengo un momento en la ventana
y observo el resplandor entre los árboles.

la dulce luz del alba sobre las azoteas
abriéndose camino entre los restos 
de la noche. intensa y melodiosa,
punzante luz que acecha el silencios del suicida.

domingo, 3 de enero de 2016

fantasma

hoy no quise salir de casa.
tu fantasma fue muy claro, preciso.
entrabas y salías de las habitaciones
como si el tiempo no hubiera pasado.
estabas aquí, junto a mí.

nadie nos esperaba tras la puerta.
puse un disco de Cohen
y acaricié tu pelo, lentamente.
el cielo de tus ojos y tu risa
brillaron tan sutilmente, como el testimonio
de que es posible,
no pocas veces, la verdad.
la verdad de tus ojos, aunque seas fantasma.

bebimos café negro y fumamos
mientras el sol entraba en este cuarto
y bajaba por tus piernas como la lujuria
hecha de una cascada luminosa.

estabas aquí con todas tus calles,
con todas tus maletas y tus viajes,
con la respiración de sentirte al fin en casa.
te acostaste en mis piernas
y me mirabas como sólo tú
fantasma y no fantasma
sabes hacerlo.
te sentías feliz de que estuviéramos juntos.

domingo alucinante.
es divertido verte entre las sombras.
recrear los momentos a tu lado.
como si nada hubiera cambiado entre nosotros.

sábado, 2 de enero de 2016

una pared en blanco

es tan chingón vivir y sin embargo
tan triste al mismo tiempo.
quiero decir saudade, no tristeza:

vuelo azul de gaviotas en la playa,
unos niños corriendo en las ciudades
de tu memoria, cuando el sueño
era un amanecer entre caricias.

ahora que las ganas se confunden
con los bares vacíos y las noches
que no valen la pena, es más claro
mirar la playa donde ya no estás,
los ojos que ya no te miran,
los labios que tu boca ya no besan,
los días de la semana de aquel año,
de aquel paisaje, ciertas tardes grises
que igual fueron profundamente tuyas.

el tiempo: ocho grados bajo cero.
la noche despejada. las estrellas
titilan sin poemas que las usen.

una pared en blanco frente a mí,
una luz de oficina en el escritorio.
nunca he tenido ideas propias, únicas,
sólo copio y repito lo esperado.
aunque ya nadie crea en este mundo.

es tan chingón vivir.

la música de un piano habita el cuarto,
donde también se incendian las promesas
porque la soledad está conmigo
y no se desperdicia
ni puede hacerse a un lado.

la vida no sucede como esperas
pero suele ocurrir siempre un milagro:
la lluvia, tu sonrisa, los encuentros.

viernes, 1 de enero de 2016

sobre la arena

la palabra que más me gusta,
tiene tu nombre por destino.
estamos en la orilla
de un beso sin regreso, de una
caricia llena de caricias
y pájaros y playas
donde el tiempo ha dejado de existir.