viernes, 31 de diciembre de 2010

pocas son las cosas que en verdad importan

que jamás te falten las mujeres y el trago
ni en esta vida ni en la otra.
ni en el cielo ni en el infierno.
ni en el trabajo ni en la frialdad de las calles
de México.
ni siquiera la soledad es tan importante,
ni si quiera sentirse un genio es tan importante.
ni saberlo.
pero que jamás te falten mujeres ni trago
ni buenas dosis de droga
ni momentos de silencio
solo o
insoportablemente acompañado.
pero, insisto, que jamás
jamás
te falten
mujeres ni trago.
ni música.
ni poesía.
lo demás es cosa fácil.
lo demás, bien lo sabes, puede irse al carajo.

jueves, 30 de diciembre de 2010

no desperdicies tu vida

no puedes detener el tiempo.
y no es que sea dramático
ni efusivo.
ni mucho menos estupendo.

estoy agotado y trato de ser claro,
nada más.
desborrar la locución de lo que acaba.
verlo.
olerlo.
palparlo.

desnudar el borde
de ver
cómo se despeña otro año
o la idea encuerada del minutero
que se va por
el caño invisible del tiempo,
a pesar de la oscuridad
y el resplandor.

aunque te aferres y lo intentes
y dediques tu vida de lleno a eso:
no puedes detener el tiempo.

martes, 12 de octubre de 2010

gracias por esa noche, por todas

no nos pongamos estupendos:
a finales de septiembre recibí un correo de Carlos López, anunciándome que había ganado el Premio de Poesía Editorial Praxis 2010. fue una sorpresa. además de sentirme crudo, me sentí confuso. viajé a la ciudad de México, con mi chava, y en el evento de premiación, en Bellas Artes, estuvieron mi padre y mi madre, mi abuelo, mis hermanas, varios tíos y tías, primos y primas, amigos y amigas entrañables. la neta, no me lo esperaba. nunca he creído merecer nada. pero el evento estuvo lleno de felicidad y alegría, y todo fue espeluznantemente maravilloso. sin embargo, me puse tan pedo que no me di cuenta de nada. ahora que veo algunas fotos, ya de regreso en esta playa, lejos de todo aquello, de todos los que estuvieron esa noche, creo entender por qué siento una especie de tristeza. de cualquier forma, a todos ustedes, los que estuvieron esa noche –y a los que han estado en tantas otras noches, también-, neta, muchas gracias. sin ustedes, me cae, nada de esto hubiera sido posible. salut, por la pinche vida; y, por favor, (como dice Sabina) no se me mueran nunca.



dos botellas de vino para esperar

Paula tiene tu nombre y está cerca la hora de su llegada.
(pero tú hace mucho que has dejado de llegar)
todos corren con sus intestinos llenos o vacíos,
con las bolsas del supermercado,
con los celulares encendidos y con las miradas tan abiertas
que cualquiera se podría caer por ahí.
corren a través de la tarde –
como hormigas que presienten el insecticida-
para resguardarse de la incertidumbre.

los putos mandatarios han declarado ley seca
desde las seis de la tarde.
y la banda ha tenido que correr lo más rápido posible
a las vinatas o a las tiendas –
como lo hacíamos tú y yo
después de robarnos las botellas-
otros han inventado cualquier cosa
en su trabajo o a sus familias
para llegar lo antes posible
y comprar el vino necesario
para tener algo caliente en el estómago
y digerir o vomitar con placer.
ni siquiera en estos casos hay cura.

no hay nadie en la playa.
podrías correr desnuda por ahí
de un lado para el otro
como una loca en busca de una verga
que te dé batalla lo que dure esta tormenta.
no hay nadie en la playa,
se ha quedado tan sola como un travesti
drogado
en el más jodido arrabal de este mundo.

se ha calzado las zapatillas del delirio
(como tú lo hiciste alguna vez en que bailaste
toda la noche para mí).

todavía quedan algunos pájaros en los cables de esta ciudad.

los perros de la soledad ladran bajo la tarde oscura
de mis instintos.

duele que no estés aquí, mujer.
no voy a engañarte.
no tiene caso.
duele que ninguna de las personas que quiero
esté aquí.
(a esta hora en que mi torrente sanguíneo se llena de vino
y no tengo ningún papel para cortar).
no me importaría que tuvieran el televisor encendido
ni los mosquitos de los chismes agrios,
cualquiera que fuera el ruido espeluznante
o que me hablaran sin parar
mientras trato de escribir cualquier cosa,
como esto.

sencillamente,
duele.

el huracán que lleva tu nombre, Paula,
está cerca de estas costas
y ni siquiera tú, si estuvieras aquí,
podrías detenerlo.
está lleno de fuerza
y parece dispuesto a romperle la madre
a todo lo que se le ponga enfrente
(así tendría que ser el corazón).
no tiene rostro,
como la crueldad o la dulzura.
como tus recuerdos en aquellas carreteras
en las que tantas veces planeamos
no volver nunca más.
esos caminos cuyo destino era el abismo
hedor de tu entrepierna.

compré un par de botellas para esperar a Paula
esta noche.
y mientras se acerca, a pesar de no poder hacer nada,
estoy seguro que sabes muy bien
lo que tú y yo estaríamos haciendo,
a esta hora,
a pesar del huracán y tu nombre.
a pesar de la lejanía o la cochambrosa tristeza,
si tuviéramos ganas de volver.

lo único bueno de Paula,
dijo un amigo,
es el olor a tierra mojada.

bebo este cabernet y se acerca;
pero tú no.
sencillamente, tú nunca más.

viernes, 3 de septiembre de 2010

materialismo histórico

el presidente municipal de este pueblo gana casi ochenta mil pesos
al mes
tiene sobradas prestaciones y todos sus gastos pagados
viaja a otros estados y al extranjero de vez en cuando
aunque no sabe hablar inglés, pero eso no es problema
y siempre hace las mismas declaraciones en la prensa
su discurso no varía del estamos haciendo las cosas
estamos planeando esto o aquello
en breve estará listo
a pesar de lamentarse por los hechos sanguinarios y el terror
que últimamente aplasta a los habitantes
lo de menos es que no haya terminado la secundaria

los regidores de este pueblo ganan más de cincuenta mil pesos al mes
además de las prestaciones que tienen y los viajes y las viejas que pagan,
además de los gastos pagados para sus necesidades primarias
como alimentación y gasolina y una que otra diversión
y ellos también declaran en la prensa que esto no está bien
o que esto otro está mal
pero no es un secreto que no hacen absolutamente nada

los directores del ayuntamiento ganan entre cuarenta
y cincuenta mil pesos al mes
y sólo algunos, los menos, concluyeron una licenciatura
y eso también es lo de menos

el ayuntamiento de este pueblo a la orilla del mar
un pueblo que hace muchos años era habitado por pescadores y chicleros
ahora tiene aproximadamente ciento ochenta mil habitantes
gasta en su nómina más de doce millones de pesos
quincenales

muchos llaman a este pueblo ciudad y paraíso y lujo
y se siguen construyendo miles de casas de interés social
casas con paredes que se comparten de dos metros de ancho por tres de largo
casas donde puedes cagar y lavar los platos al mismo tiempo

no hay parques ni teatros ni museos
los cines transmiten puras películas hollywoodenses
y las dos bibliotecas que tiene son realmente miserables
los libros son los típicos libros de una primaria
apolillada por el olvido

los médicos de los dos hospitales públicos de este pueblo
o ciudad
ganan entre siete y veinte mil pesos –si son especialistas-
al mes
y tienen que salvar la vida de enfermos, heridos, embarazadas,
accidentados, adictos y borrachos
a pesar de muchas veces no tener aire acondicionado
ni instrumental quirúrgico
para operar con las mínimas herramientas

en este pueblo los maestros de las jodidas escuelas públicas
ganan entre cinco y diez mil pesos
mensuales
y tienen que trabajar también como vendedores
o taxistas o masajistas o camaristas
luego de dar clases a niños y niñas nacidos en familias
destruidas
no les alcanza

muchos dicen que no importa el dinero,
pero en este pueblo –como en el mundo-
se tiene que pagar renta, comida, luz,
agua, gas, transporte
y vicios
entre tantas otras chocolatinas
sabemos que nada es gratis

sin embargo,
algo anda mal.

leo las cifras en un diario al que seguramente
no le han llegado al precio o
no ha logrado hacer negocio con el poder.
leo esto y bebo un trago en un estudio
ubicado a menos de cien metros del Caribe
mientras las nubes son mujeres fantasma que pasan,
dejando entrever por sus vestidos
una noche llena de estrellas.

vivo o muerto

me puse un reventón de cuatro días
como hace tiempo no mataba
tantas neuronas al mismo tiempo
empezó en mi casa y
terminó en mi casa
fue subiendo de tono poco a poco
el alcohol, los tabacos, las bolsitas
al final quedé aturdido
salí a los bares de la calle 12
encontré a algunas conocidas y conocidos
compartimos algunos tragos
y un par de días volvimos a casa juntos

llevo crudo desde el lunes y hoy es miércoles
durante estos días me he sentido anestesiado
el lunes y el martes no podía cagar
y el martes renté unas películas
vi en dos partes Dead or Alive
policías y ladrones ensangrentados
con armas nucleares
peleando por darle lo mejor a sus seres queridos
por cuestión de honor

mañana hará una semana que empecé
a beber, fumar, inhalar
sin freno durante cuatro días
fue divertido mientras duró
hoy me siento menos crudo que ayer
y bebo un vaso de cabernet
Concha y Toro

lo difícil, como siempre, es volver
a la realidad

bienvenidos a Xcaret

 en Xcaret tienen algunos animales exóticos
como guacamayas
cocodrilos
jaguares
y ríos subterráneos y cenotes
y andadores sin granos
y tiendas de suvenires
y restaurantes con bufet
y ruinas mayas
pirámides
entre grandes extensiones de selva
donde antes –dicen- era
lugar sagrado del que zarpaban,
hacia Cozumel, canoas de mayas
para venerar a la diosa Ixchel.

pero ahora han construido grandes estructuras
de madera y un montículo de piedra
para simular el juego de pelota
de los antiguos
han construido pirámides falsas
y palapas gigantescas donde podrían caber
algunos gigantes o cientos de mortales

el mundo se moderniza
diariamente

en Xcaret trabajan miles de personas uniformadas
dependiendo la sección. son esclavos modernos
que sonríen y hacen todo por mostrar
unos ojos brillantes y una sonrisa fuerte
como si fueran las personas más felices del mundo
uniformadas
como si no tuvieran los mismos problemas que tú
o que cualquiera
como si no vivieran en casas como de pitufos
llamadas diplomáticamente de interés social,
en los sueños sin drenaje de la ciudad.

en promedio visitan este parque majestuoso unas
tres mil personas cada día.
así que los dueños –todos lo saben- se cagan en varo.

y mientras entrenan a todos sus empleados
para que presuman y corran la voz
de que se trata de un lugar sustentable
en armonía con la naturaleza
y con los trabajadores
y hasta con las almorranas de los visitantes
a las guacamayas les han amputado
el vuelo y no puedan escaparse
pero tampoco los cebús
ni los jaguares
ni los delfines
ni los tiburones
ni las mantarrayas –algunas,
se les han muerto-
ni los trabajadores.

te venden la felicidad en paquetes
bien armados.

sin embargo,

aquí parece que las cosas
no se han descompuesto
nunca.
todas las ruedas están engrasadas
y la mayoría de las turistas que llegan
son hermosas como una canción
de cuna y la gente va y se divierte
y sonríe y camina
por esos andadores sin granos
y nadan en las caletas
donde parece que podrían desaparecer
los malos viajes de este mundo
y compran recuerdos
tazas, playeras, sandalias,
plumas, carteles o
cualquier otra cosa que sirva
para recordar ese día
como uno de los más espectaculares
de sus vacaciones modernas y
extravagantes

Xcaret es igual a Disneylandia
selvatizada a la mexicana

y todo parece tan saludable
y limpio
como los sueños de algún
borracho dormido
en el fondo de una pulcata

pisar la selva que durante mil años
fue sitio sagrado para los mayas
cuesta en el Bicentenario
sesentainueve dólares
con lo que puedes nadar
y ver y oler y ya.
pero si das el FUA
y pagas
ciento cuarentainueve dólares,
te incluyen bufet con limonadas
ilimitadas
y tan buena onda son los dueños
que además puedes escoger
por esos 149 dólares
entre
dos bolsitas de papas
O
dos refrescos
de lata
O
una
pinche
y
vil
cerveza
de 
ampolleta.

nada más.

jueves, 19 de agosto de 2010

no te creas gandalla



lo mejor
que
puedes hacer
antes
de continuar

de arrojarte
por el ojo
de la cerradura
o
tumbar
la puerta

las paredes

y dejarte caer
sencillamente

al abismo

lo mejor
es
alejarte
y

quedarte
a solas

contigo

insoportable
mente

contigo

quizá los libros
pero

sólo

quizá

disfrazada de muerte


eran algo más que duros, aunque sin tener verdadera dureza
William Fulkner


tenía los cabellos castaños,
como el bramido de una yegua
en el desierto.
la cara flaca y huesuda, siempre
de frente. algunas veces inclinada
hacia el suelo
ligeramente por debajo de su cuello,
como esperando encontrar
algún insecto extraño.

a pesar del frío que pudiera sentirse,
en invierno, usaba faldas pequeñas
y blusas de tirantes.

sus ojos parecían los duros ojos
de la nieve o, acaso,
los ojos de vidrio azul de un animal
de trapo
tirado en la cama de una palabra solitaria;
eran algo más que duros,
aunque sin tener verdadera dureza.

era alta y esbelta como una noche
maravillosa y llena de suerte,
donde todo es posible. incluso,
sentir que no terminará nunca;
incluso, las revelaciones blancas
de todas las locuras.
como una larga sinfonía a lo largo
de los siglos de polvo y de cristal.

por eso me acerqué y le invité un trago.
por eso me arrojé sin pensarlo dos veces
a buscar su cuerpo, entre todos los demás.
a pesar de lo intoxicado que estaba
a pesar de no tener la menor cordura.

ella estaba disfrazada de muerte, para mí.

jueves, 12 de agosto de 2010

con o sin ella

sucede que a veces uno no decide.
es decir,
se queda quieto o se siguen haciendo las cosas.
quiero decir:
uno se sigue haciendo pendejo.
intentando creer, acaso,
las historias que cuenta la tele
las palabras que dice el cura
a las siete de la noche
o esas confesiones de tu amigo
el borracho
que se cuelga de tu silencio,
en la cantina,
para no hundirse en su miseria.

sucede simplemente así
sin pensarlo
algo así como quedarse mirando por la ventana,
en algún café de chinos mugroso y
barato –como todos los cafés
de chinos-,
el paso de los coches por la calle o la avenida,
y la gente caminando de un lado para el otro –
la gente que, de algún modo,
pudiste ser tú en este poema o
en otro instante o que quizá eres
aunque no te des cuenta-
con la mente clavada en la banqueta
o en el nombre de las calles,
o perdida en el fondo cristalino oscuro
de sus especulaciones acerca de todo
lo que le falta por hacer
o de todo
lo que no hizo durante el día.
sucede así,
sencillamente
a las siete de la tarde
o
a las siete y media de la noche.

uno no decide nada, simplemente.
uno observa y de pronto se da cuenta
que a pesar de la decisión que tome en cualquier momento
el sol volverá a salir al día siguiente
y
al sol seguirá la noche
y
a la noche sueños que es imposible detener
cuando se cierran los ojos,
etcétera.

no es que no se quiera decidir sobre esto o aquello,
es decir,
sobre tomar cierta calle y caminar hasta casa
o si tomar el camión o el metro
o si quedarse sentado un rato más
mientras la leche se pudre
como una sublime interpretación del mundo.
no,
no es eso.
es simplemente que de pronto uno no decide.
los instintos son instintos
y las montañas más elevadas,
mientras esto dure,
seguirán cubiertas de nieve y de nubes
hinchadas de miradas.

a pesar de todo, la única forma de continuar,
levantarse
y poder seguir adelante
hacia el destino propio que es el de todos
y tiene el rostro esplendoroso de la soledad
final que no es espera.

con decisión o sin ella.

para bien o para mal.

martes, 10 de agosto de 2010

ella se asoma a esta página

bebo tinto en una taza blanca y fumo delicados con filtro
cuando estamos a poco más de 30 grados centígrados
en esta noche.

hay pequeñas ideas irresolutas entre las cenizas
brincando por el aire del ventilador
alrededor de la mesa.

hay un sol negro dibujado en la habitación
y mi mujer cose una blusa con tela
llena de flores.
una blusa nueva para las fiestas.

escucho la radio por internet,
mientras pierdo el tiempo
saltando de una página en otra,
leyendo los fragmentos
de unas cartas escritas por Cortázar,
cuando vivió en París.

la música experimental
no tiene sentido,
salvo cuando no
tienes nada qué hacer
o cuando tienes
pocas cosas interesantes
en qué pensar.

una sonata para
viola solo
transmitida a las 9
de la noche
con
59 minutos
desde la ciudad de México
justo para dar por terminado
el programa de
Cristina Urías
a quien conozco desde
hace varios años
(solamente por su voz):

cuando:
me quedaba las noches enteras y
contaminadas en la azotea
de un cuarto
al norte del defectuoso,
intentando concentrar la fuerza
para dar en el punto clave
descubriendo mis escupitajos
y mis borracheras
y mis vomitadas
y las montañas incendiadas
y los desiertos gélidos
de mi escritura

para tumbar de un madrazo
todos los árboles del bosque
y secar de un silencio
los mares de todos los océanos
y aplastar con una palabrota
las ciudades y entonces
hacer reír a los sobrevivientes
y hacer llover.

bienvenida la tormenta.

le digo a mi mujer:
la voz de Cristina Urías es hermosa.
mi mujer me mira
como a un demente que no sabe
dónde ha dejado sus tenis
y camina descalzo sobre el hielo
mientras señala la constelación
de una mujer de fuego.

está bien en la radio, me dice.

los celos son de las pocas cosas
que no se agotan nunca.

bebo mi tinto en la taza blanca
y fumo,
y pienso que todavía hay muchas cosas
por aprender.

he conocido pedazos del infierno,
y no conozco París.

viernes, 21 de mayo de 2010

un buen polvo

en el baño de una pulcata
pulsa la vida de un loco.
ella, mulata de tetas frondosas
y de anchas caderas
de este mundo, del nuestro.
el mundo del fuego.
pura lujuria, la muy condenada.
la perra. sudorosa,
la perra.
olorosa y sedienta,
como si hubiera cogido todo
el día y no se cansara.
y toda esta noche viéndole el culo.
toda la noche mirando sus gotas
de sudor recorrer su espalda,
sus piernas, con indiferencia
budista.
su cabello un destino.
ella es suficiente para mantenerte
a salvo, en esta pulcata
muy similar a la vida.
durante esta temporada de calor
en el Caribe.
donde todos, borrachos, la miran.
quisieran violarla, pero la fuerza
es un tesoro a estas horas
y sólo alcanza para seguir bebiendo
y, si acaso, mirarla bailar.
a ella no le importan nada más.
sólo bailar. es
caliente y está buenísima. lo sabe.
tengo la verga hinchada y los huevos
cargados de semen.
quiero quitarle la sed esta noche.

y entonces, el milagro sucede.
(lo normal. lo que tendría que suceder
siempre –como una flor x-
cuando el sol se ha largado
y las mujeres que he conocido
se la maman a otros idiotas.)
me lleva al baño para inhalar
otras rayas. y me mira a los ojos y sonríe
mostrándome sus dientes blancos y puros
como la coca. sus ojos me hacen pensar
en porquerías y en el amazonas –quizá
por el calor que hace en este baño de mierda
bajo la luna.

el ruido que hace su nariz me calienta más
y más y más conforme la escucho.
se limpia y le miro las tetas.
me mete su lengua en las encías para limpiar
todo lo que quede de la caspa del diablo.
estamos borrachos y estamos drogados
y apestamos a pulque y olvido.
y gracias a eso sus tetas brillan como dos soles
de carne.
levanto su pierna y me agacho a chuparle
la concha, sus tanga negra apesta a su concha
a leucorrea y sudor y eso me pone
más dura la verga y la coca
y el insoportable calor. mi lengua se mete
en su raja, en su vulva, se va hasta su culo,
la pongo de espaldas
puta madre qué pinche falda tan chida
qué pinches culo divino
le chupo el culo y le meto los dedos
se los muevo al ritmo del corazón de un adicto
y ella recula su culo con las manos pegadas
a la asquerosa pared -no le importa, es jefa-
y se mueve y se toca las tetas, alcanzo a mirar
desde abajo,
le aprieto el culo sudoroso le meto la lengua
en el ano y sabe tan rico carajo
que siento que la verga me va a reventar.
oh, Lucía, le digo, que culo te ha dado el diablo
voy a cogerte cómo nunca te lo han hecho
vente en mi boca, Lucía, vente en mi boca
y ella echa la cabeza hacia atrás y su espalda
se arquea como una sinfonía de Bach
en pleno siglo XXI
y sus tetas están al aire
y alguien toca la puerta
y yo sigo chupándole el culo y con miles de dedos
en su concha y otros miles en su clítoris
no sé de dónde me han salido tantos
y tocan la puerta
pero ella gime sin miedo
como una sirena en celo
y se mueve entonces sucede otra vez el milagro
espeso y platino y su orgasmo se mezcla
con el sudor de sus piernas se mueve
como si estuviera sintiendo descargas eléctricas
entonces la giro otra vez y me levanto y me saco
el monstruo de gruesos veintitantos centímetros
le digo que mire y que toque y ella cabrón pero
qué gruesa belleza me dice y abre y cierra
los ojos sus piernas como si estuviera en un delirio
un inalcanzable escalofrío y le digo al oído es tuya
esta verga lo que tú tantos has querido y lo que vas a tener
es esto lo que te va a asesinar y comienza a decirme
reviéntame el orto,
atraviésame el vientre dame duro tu verga
quiero que me llenes de semen
y vuelven a tocar a la puerta
y le hago la tanga a un lado y me dejo ir
con todas las fuerzas que tengo
como un toro lleno de cólera y celo
la empujo hasta adentro y ella grita
una y otra vez una y otra vez una y otra vez
y ella grita cada vez más y me agarra los huevos
más fuerte papito más fuerte cabrón me dice
más duro que tu verga me mate
y tocan la puerta y ella me dice abre la puerta
no pares y me aprieta los huevos y abre la puerta
no pares cabrón, dame duro reviéntame papi
y eso me pone más duro y le empujo con más fuerza
quiero tragarme tu semen y que todos me vean
y la empujo se la meto como un enfermo
le destrozo el útero, los ovarios y éstos vuelven
y otra vez los reviento y ella grita así así así
como una loca, una mulata loca y enferma
y se corre una y otra vez y otra vez y otra vez y
otra vez y vente en mi boca y entonces lo siento ya casi y
y ella me mete el dedo en el culo y me sacudo
como un toro fuiroso carajo qué pinche placer
y me salgo y ella se agacha a chuparme la verga
y yo abro la puerta
puta madre, reviento o lo pienso y lo grito mientras le arrojo
litros y litros de semene en toda su cara que merece
un dulce poema de amor. puta madre, repito,
y siento una sombra perpleja en la puerta
y ella sonríe con sus dientes de coca y llenos de semen
toda sudada toda corrida toda cogida.
qué buen polvo, mi amor.

domingo, 28 de marzo de 2010

una noche en el desierto

ella está del otro lado del cristal.
entre el bullicio y los periódicos
de este café,
y las imágenes de autos a través
de la ventana.
los caminantes por la calle.
sus gestos. los de ella.
el movimiento de sus manos.
los de ella. sus manos podrían
meterse en mi pantalón y
sacudírmela. su cabello recogido
se vendría abajo.
está sentada como un amanecer
nublado. abre su bolso.
saca un camel. un té.
hay un antojo en sus labios.
cuántas vergas no habrá succionado.
su lengua. sólo de verla sentada,
tengo una erección.
pero ella mira la calle y
toma la taza con sus dedos
largos, esos dedos de princesa
con los que más de mil veces
se ha masturbado,
después de sentirse desesperada.
caliente.
esos dedos que han sentido
más de mil veces las variadas texturas
de sus calzones. humedecidos.

ella espera. yo estoy caliente.
daría todo por cogérmela.
pero su mirada se pierde entre
el entrar y salir del mundo.
el mismo mundo de siempre
con su carroña y su peste disfrazadas
de la jeta de todos los mismos sujetos.
los de siempre.
los
desesperados,
los
ansiosos,
los
deprimidos.
los ávidos de tener un lugar en la nave
de cualquier destino del fuego.
pero

ella fuma, sutil y distante,
como la idea de una noche
en el desierto.

ella se fuma mis ganas de meterle
las manos y apretarle los senos
y morderle sus pezones.
chuparle su cuello.
pienso en el agresivo olor de su concha.
en su culo como el anillo del cielo.

ella no sabe que la miro
de este lado del cristal
como se mira un animal en peligro
de extinción,
y la imagino caminando por la arena
y la veo extender su pareo –
seguramente morado-
y la veo recostarse bajo el sol
y pienso en los libros que ha leído.
en los que está por leer,
libros de asesinos y rateros y corazones
despedazados por la soledad,
o de nubes sin rumbo a través de la ventana
de una mujer que no sabe a dónde ir.
en el jazz o en el blues o en janis joplin,
seguramente.
en la música extraña que escucha
todas las tardes.

la historia de su vida es similar –pienso-
a la fábulas de diosas griegas o egipcias.
o quizá se parece,
más bien,
a la historia de esas brujas que quieren
abandonarse para siempre y escapar de todos
sus hechizos.
ideas que surgen así nada más,
como pincelazos de ninguna parte,
es decir,
del mismo lugar del cual surgimos todos.
pero
quisiera cogérmela aquí y ahora mismo.
y

dentro de todo este deseo infecundo
y desgraciado
hay también un petulante sueño para cuerdas,
miserable.
algo así como compartir una tarde a su lado,
una caricia. un cigarrillo –los de ella.
una borrachera ya sería mucho pedir.
o ya de perdida
cualquier cosa:
¿me das tu hora,
por favor?

domingo, 7 de febrero de 2010

catástrofe

mientras en Haití sobrevive
la catástrofe
yo estoy aquí sentado
-como tú-,
frente a la máquina,
sin entender nada o
quizá, sospechando que
es inútil -
en verdad-
hacer cualquier cosa

el horror está en todas partes
como los árboles y el viento
como los televisores o las ganas
de orinar

la pesadilla avanza rápido

sin ropa
frente a todos para
todos

aunque hagas cualquier cosa
en el fondo
sólo satisfaces tu vanidad o
tu egoísmo

pero siempre sobrevive
la catástrofe

eso es todo

Haití es igual a tu nombre