miércoles, 23 de mayo de 2012

hacia ningún lado

se escapa de los países donde la felicidad
preñó con violencia los juicios del amanecer.
a pesar de estar equivocados.
bajo cielos azules y algunas nubes
desvaneciéndose en la imaginación
y esos paisajes deslumbrantes de la soledad.
la suerte de sobrevivir a tantas noches perdidas
en el desierto de los fuegos fatuos
con nombre de mujer o intento de suicidio.
cuando se comprende la absoluta nulidad
de todo esfuerzo, la estúpida necesidad
de la lucha, una noche desbordante de
constelaciones y preguntas secas
grafiteadas en las paredes de la catástrofe;
cuando se comprenden las trampas
con las que se ha conquistado la ilusión
y el aborrecimiento:
las hojas arrastradas por el río 
hacia ningún lado –llámale mar o abismo-
lo dicen todo. y las alas de la decadencia
elevan al mundo en majestuoso vuelo.

martes, 1 de mayo de 2012

cuando una mujer te manda al carajo


quizá no tiene caso agregar nada más.
hablar de las noticias de esta mañana,
del rascacielos más grande
que construyen en Nueva York,
al parecer será de 541.3 metros y tendrá
un restaurante desde el cual podrá verse
la curvatura de la tierra y atardeceres
bermejos con una mesa para dos
donde tú y yo jamás cenaremos juntos.
hablar de esto no es necesario.
no tiene caso agregar ningún comentario
ni decir nada sobre el partido de fútbol
de tu equipo favorito
que ya no veremos juntos, tampoco,
el próximo fin de semana. al final,
así son las cosas.
por mí puedes decir que ganaste la partida.