lunes, 31 de diciembre de 2012

uno desearía menos solemnidad

como es costumbre, esta noche nos divertimos.
con arena todavía en los pies.
no faltan alcohol ni drogas.
la noche es fresca y abismalmente hermosa.
como tus ojos.
nuestra diosa protectora.
nos emborrachamos y bailamos hasta el amanecer.
en horas como esta somos héroes invencibles
de una película sin presupuesto.
pero al fin y al cabo héroes y cómplices.
y entonces
el sol volverá a surgir en horizonte
nuestra luz interior,
entre música o silencio, entre soledad
y besos, consumirá la sensación de habernos
equivocado más de una vez, iluminará el mar
y los rostros infinitos de esta época,
los cuerpos eróticos del amanecer.
con su coraje y sus milagros,
abrirá puertas
y renacerán las ganas de seguir peleando,
inexorablemente.

sábado, 29 de diciembre de 2012

textos que me falta corregir


vi a esas criaturas moverse
en su vientre
escuché el latido de sus corazones
150 por minuto
es normal, dijo el doctor
mientras movía la manija
por la cual podían verse
algo así como cabezas
y algo así como brazos
diminutos
y algo así como piernitas
y ella estaba acostada
miraba la pantalla
con una sonrisa tan diferente
a las que me había ofrecido
tienen poco más de
seis centímetros, dijo el doctor
y agregó:
podrían nacer el 26 de mayo.
¿será tan exacta la ciencia
para predecir el nacimiento de un par de criaturas?
vi aquello y no supe qué pensar
cosas del trabajo, algunos
atardeceres y los colores del mar
libros que no he empezado
y que me gustaría,
textos que me falta corregir
textos por escribir
y mujeres extraviadas
en los jardines de mi vida.
me vinieron a la mente.
cosas, por supuesto,
sin mucha importancia.
no comprendía nada.
o más bien supe
en la vida no hay nada importante
por comprender.
todo sucede tan alegre o
amargamente
como los ríos y las frutas que se pudren.
todo está ahí,
dispuesto en el plato del vacío.
en el caos y la alegría.
el inicio de una vida humana.
el inicio de dos vidas humanas.
moviéndose en la pantalla
de un monitor Sony –pinches nipones,
pensé-, y ella tan diferente
todo aquello
esas dos criaturas adentro de su vientre
y sentía los cambios,
su cuerpo abriéndose paso
entre las partituras más salvajes
de esa sinfonía que prolonga
la existencia. y

ahora,

después de follar
y
bañarla con agua tibia,
su vientre abultado,
desnuda como el silencio
que
seguramente
precederá a la destrucción definitiva,
duerme;
y
yo escribo esto
buscando,
siempre buscando
alguna
respuesta
con la única certeza de que no existen
las respuestas. escucho Bach
en manos de Glenn Gould
y la tarde cae a mis espaldas
para dar paso al renacimiento de la noche
entre los himnos negros del misterio.

domingo, 23 de diciembre de 2012

VI

hace cuatro años, mientras fumaba un cigarrillo,
pensé en las olas y en el frío. en los viajes
que jamás entonces ni ahora he realizado ni haré.
en la ciudad y en las canciones más hermosas
del mundo. en tus besos en tus senos en tu humedad.
en los platos rotos y en la sangre y en la muerte.
era como si todo aquello lo hubiéramos por fin
superado. completamente. entonces –hace cuatro
años-, tú estabas en la habitación, bajo las sábanas.
en braguitas. esperándome. esa noche recordé 
nuestra maravillosa patria de soledad y fuego. 
nuestras canciones. nuestra pobreza enterrada 
con besos y caricias y promesas de arena.
nada más nos importaba. como en aquella madrugada.
y me emborraché, en el patio de casa.
y cuando arrojé la colilla del cigarro me dije, cabrón, 
quita esa cara de idiota, todo es chingón en esta hora.
no seas mamón, me dije, y sonreí como imbécil,
sin importar por qué. a pesar de las gaviotas perdidas
y el infierno de la ciudad. sin presentir siquiera
hacia dónde dirigía mis pasos. y mírame ahora,
tras estos cuatro años, sin poder evitar los callejones
de la memoria, los pensamientos solitarios, la costumbre
o el destino, aparentemente distinto.
disfruto tu imagen y la imagen de haberte disfrutado,
en la calma de esa noche -y en tantos y tantos otros
momentos no menos eternos de sol y luna-,
y agradezco a la vida
porque las cosas también han sido de otro modo.

viernes, 21 de diciembre de 2012

trece baktun

dicen que hoy se acabará el mundo,
justo el día de tu cumpleaños.
me cae que no tienen madre. 
carajo.
no somos capaces de aceptar
nuestro miserable destino.
inventamos cataclismos,
encuentros extraterrestres,
choques intergalácticos,
apariciones de espíritus santos.
jamás estaremos satisfechos
con nuestra evolución.
con nuestro destino hacia la nada.
presumimos los zapatos lustrados,
el nudo de corbata, los músculos
torneados, la palabra rimbombante
en la frase estrafalaria.
exigimos medalla en lo que sea,
algo de basura que nos distinga
en la basura. (nos) mentimos. (nos)
engañamos. somos cobardes.
si realmente se acabara el mundo,
nada pasaría. 
sólo se jodería el pastel de tu cumpleaños,
bonita, y eso es de la verga.
y sin embargo, 
algún día o noche todo habrá terminado,
definitivamente. y ninguna lengua,
por hermosa que sea,
ningún poeta 
habitará la tierra para cantar
ese final. 
Horacio Paco Stanley Shakespeare
Gloria Trevi Whitman Hitler
Castro esclavos rosas perros
tú y yo
y los otros y todas y todos 
y todo, todo habrá de sucumbir
sin misericordia.
en el silencio y la oscuridad.
nadie estará para cantarlo, bonita.
así que déjalo ir, deja que todo pase
como el viento, 
la desesperación humana y su Apocalipsis;
el espíritu enfermo de nuestra especie,
en tu cumpleaños,
y mientras la noche nos cubre 
descorcha el vino que has comprado
especialmente para celebrarte,
pon la música que más te gusta 
y baila y brinda por ti
y por tu muerte.
escupe sobre la tumba de los hombres.