jueves, 5 de enero de 2012

introducción lentísima


hace frío en esta noche de enero
a la mitad del camino
de mi vida
con sus luces
y su paisaje en tregua
barbarie dormida
mientras escucho música
de finales del siglo XIX
música sembrada en la posible
infinita curvatura del tiempo
escribo porque la palabra es
mi única posibilidad
de respirar
definitivamente
porque la palabra es la sangre
de esta estructura de carbono
del que tú también estás hecho
la vida toda
nuestro viajero y galáctico
esqueleto, pienso
mientras escucho esta música
minimalista –
como seguramente ha de ser
todo el universo-
del XIX sin poder explicarme
cómo antes
muchos miles antes
millones de muchos miles antes
dicen al menos 15 mil millones de años
antes
no había nada
nada nada
es decir
nada o lo que esa palabra nada
signifique
aunque lo entendemos bien
como ninguna posibilidad de mezcla
de átomos y menos de moléculas
que devinieran por sólo poner un
ejemplo
en esta música que escucho
como si fueras tú
y tú
y tú
música del XIX
Erik Satie y sus Gnossiennes
sobre todo la primera
no poca razón le faltó a un amigo
que me dijo un día
que ésta sería la música ideal
para acostarse a morir en su propia cama
reconciliado al fin con todo
la escucho
en esta noche fría
a la mitad del camino salvaje
taquicárdico y aburrido
de mi vida
esas notas que parecen caer
como palabras de nieve
en esta noche
solitaria
al sur salvaje de la tierra
donde he cumplido
más de 15 mil millones de años
y unos cuantos más 
para decir a coro
con Dante y los infiernos
en el mezzo del camino de la vita
y sorprenderme 
y contemplar
el manto sin límites ni bordes 
ni fronteras
bajo la bóveda de sueños oscuros
y pienso en el futuro 
de todas las moléculas
en el inevitable destino 
de este viaje bioquímico
ubicado en el fondo del barranco
de la desaparición definitiva
pienso en el futuro sin agresividad 
conquistado finalmente
por las hijas de la inteligencia
humana
hechas de componentes mecánicos
y electrónicos
y al fin autónomas y capaces de autodiseñarse
infinitamente
más perfectas que las células
las hermosas MÁQUINAS
y me doy cuenta que la vida 
esta nuestra vida 
tal cual la conocemos
con su sangre y sus lágrimas 
y sus celos y sus frágiles instantes

de felicidad 
habrá sido entonces
un puente de luces necesario
tejido con música y poesía 
y vicios y pasiones
que tras su desplome
dejará un eco deslumbrante 
como una primavera
con sus flores y sus recuerdos
un olvido que como esta música 
minimalista del XIX

lentísimamente 
se perderá

tras el horizonte dibujado
por una mujer

en una noche fría y cotidiana 
como esta

lunes, 2 de enero de 2012

trampas por todo el campo de batalla


hay cosas por las que no vale la pena
injuriar ni encabronarse
como que hayan jodido la computadora
donde escribes
y se hayan perdido todos los textos
en los que trabajabas.
antes o después, finalmente,
las computadoras o las máquinas
que hayas utilizado para trabajar
y mantenerte a salvo
se habrán jodido definitivamente
y
para siempre.
así también cualquier cosa que  
hayas escrito antes o después –
o en la que hayas trabajado,
antes o después-
se habrá ido a la chingada
junto con todas las bibliotecas
y todas las cantinas
con todas las carreteras y las calles
y las mujeres hermosas que jamás
te hicieron caso.
junto con el verbo renunciar
y sus discípulos.
junto con el universo mismo y sus
resacas.
no vale la pena perder el tiempo
encabronándose
por esta y otras pendejadas,
como la destrucción a la que está desti-
nada
todo tipo de existencia humana.

domingo, 1 de enero de 2012

si has sido elegido

si vas a llenar el mundo con más aburrimiento
y miseria y lamentaciones y vanidad
mejor quédate donde estás
y dedícate a otra cosa:
a la política
a la economía
al periodismo.
ten el valor para pudrirte solo
con todo y
tu aburrimiento
tu miseria
tus lamentos
tu vanidad.
no vengas a chingar con tus mamadas.
el mundo es lo suficientemente aburrido
miserable
trágico
vanidoso
para que agregues más aburrimiento
miseria, tragedia y vanidad.
con todas tus pendejadas.
si tu idea es adornar el mundo con tus
arquetípicas
y
deslumbrantes chaquetas mentales
evítanos la pena de tener que 
escupirte
o sacarte a madrazos 
de nuestras vidas
-por muy jodidas que éstas sean-.
si buscas la fama, ligarte a una vieja 
quedar bien
o
sentirte el más perro, 
olvídalo.
mejor, dedícate a cualquier otra cosa
milita en las fuerzas de izquierda
-o derecha, 
da igual-
intenta una revolución
o vuélvete cantante de pop 
o hip-hop
díler 
escapista 
o deportista 
olímpico
conduce cualquier programa 
de televisión.
el mundo está lo suficientemente adornado
y es lo suficientemente sanguinario
para que agregues más mierda.
por muy chingón que tú creas 
que la tuya sea.
date cuenta.
a menos que no sea un
estallido
desde tu sangre
una explosión 
imposible de frenar 
con tus lágrimas
un incendio de soles
negros 
imposibles de apagar
con tu sudor y tu semen

un tremendo estallido
interior
que
de no sacar 
terminaría por tronarte
el cerebro
por hacerte matar
o darte un balazo

a menos que no
la
resistas
esa descarga interior

aunque nada tenga sentido.

tienes que estar preparado
y hacerlo.
no hay ningún puto secreto.
y tendrás que asumirlo 
hasta el último latido
de tu desesperado
corazón.
hasta que te exprima
por completo.
entregarlo todo y siempre.
todo y nada.
porque es
así.
y no hay otro camino.
entregarlo todo, todo, todo.