jueves, 31 de octubre de 2013

la lentitud del canoero

un día tu vida se vuelve otro cuarto
la llegada de la lluvia inesperada
cuando contemplas la ciudad
otra calle entre otros árboles
de nombres extraños
y posiblemente pasajeros
otro parque con escondites aritméticos
otros bares con otra lascivia.
otro país. otros labios a la espera
de húmedas palabras en el desayuno
otras miradas dulces y cálidas
mientras el sol se levanta como siempre
con la lentitud del canoero,
desde el horizonte de un mar
inexplorado. un día despiertas
en otra cama
y el silencio es otra patria,
otro nuevo crucigrama la metamorfosis
del poema donde los recuerdos
se ahogan o sobreviven,
y te das cuenta que sin darte cuenta,
sin preguntar sin avisar
sin importar si has aprendido algo,
ha pasado la vida, así nada más.

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