viernes, 3 de septiembre de 2010

bienvenidos a Xcaret

 en Xcaret tienen algunos animales exóticos
como guacamayas
cocodrilos
jaguares
y ríos subterráneos y cenotes
y andadores sin granos
y tiendas de suvenires
y restaurantes con bufet
y ruinas mayas
pirámides
entre grandes extensiones de selva
donde antes –dicen- era
lugar sagrado del que zarpaban,
hacia Cozumel, canoas de mayas
para venerar a la diosa Ixchel.

pero ahora han construido grandes estructuras
de madera y un montículo de piedra
para simular el juego de pelota
de los antiguos
han construido pirámides falsas
y palapas gigantescas donde podrían caber
algunos gigantes o cientos de mortales

el mundo se moderniza
diariamente

en Xcaret trabajan miles de personas uniformadas
dependiendo la sección. son esclavos modernos
que sonríen y hacen todo por mostrar
unos ojos brillantes y una sonrisa fuerte
como si fueran las personas más felices del mundo
uniformadas
como si no tuvieran los mismos problemas que tú
o que cualquiera
como si no vivieran en casas como de pitufos
llamadas diplomáticamente de interés social,
en los sueños sin drenaje de la ciudad.

en promedio visitan este parque majestuoso unas
tres mil personas cada día.
así que los dueños –todos lo saben- se cagan en varo.

y mientras entrenan a todos sus empleados
para que presuman y corran la voz
de que se trata de un lugar sustentable
en armonía con la naturaleza
y con los trabajadores
y hasta con las almorranas de los visitantes
a las guacamayas les han amputado
el vuelo y no puedan escaparse
pero tampoco los cebús
ni los jaguares
ni los delfines
ni los tiburones
ni las mantarrayas –algunas,
se les han muerto-
ni los trabajadores.

te venden la felicidad en paquetes
bien armados.

sin embargo,

aquí parece que las cosas
no se han descompuesto
nunca.
todas las ruedas están engrasadas
y la mayoría de las turistas que llegan
son hermosas como una canción
de cuna y la gente va y se divierte
y sonríe y camina
por esos andadores sin granos
y nadan en las caletas
donde parece que podrían desaparecer
los malos viajes de este mundo
y compran recuerdos
tazas, playeras, sandalias,
plumas, carteles o
cualquier otra cosa que sirva
para recordar ese día
como uno de los más espectaculares
de sus vacaciones modernas y
extravagantes

Xcaret es igual a Disneylandia
selvatizada a la mexicana

y todo parece tan saludable
y limpio
como los sueños de algún
borracho dormido
en el fondo de una pulcata

pisar la selva que durante mil años
fue sitio sagrado para los mayas
cuesta en el Bicentenario
sesentainueve dólares
con lo que puedes nadar
y ver y oler y ya.
pero si das el FUA
y pagas
ciento cuarentainueve dólares,
te incluyen bufet con limonadas
ilimitadas
y tan buena onda son los dueños
que además puedes escoger
por esos 149 dólares
entre
dos bolsitas de papas
O
dos refrescos
de lata
O
una
pinche
y
vil
cerveza
de 
ampolleta.

nada más.

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