viernes, 22 de noviembre de 2013

noche tranquila

la noche y sus laberintos ocurren en instantes así
cuando el latido de la asuencia tiene manos
y acaricia
no hace falta que mires el correo
ni que busques
no hay nada para ti
ni ayer fuiste en la memoria de otros pasos
huella o escritura
no fuiste ni mañana ella dirá tu nombre
porque el polvo y los edificios abandonados
han crecido entre sus sombras
ni tragos ni conversación unen ya sus cuerpos
mientras ocurre la noche tan tranquila
como una perra echada
en la oscuridad del olvido donde habitas
revolotean murciélagos y cantan las cigarras

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