la noche y sus laberintos
ocurren en instantes así
cuando el latido de la
asuencia tiene manos
y acaricia
no hace falta que mires el
correo
ni que busques
no hay nada para ti
ni ayer fuiste en la
memoria de otros pasos
huella o escritura
no fuiste ni mañana ella
dirá tu nombre
porque el polvo y los
edificios abandonados
han crecido entre sus
sombras
ni tragos ni conversación
unen ya sus cuerpos
mientras ocurre la noche
tan tranquila
como una perra echada
en la oscuridad del olvido
donde habitas
revolotean murciélagos y
cantan las cigarras
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