perdí el coraje, el salvajismo de
una ilusión
incauta
en
tus labios volqué lo que pude ser
en
tus piernas
la
incendiada lágrima de los besos
nocturnos
y los pájaros de fuego
el
fuego y las llamas del sol de tus manos
y
las mías
al
compartirnos, perdí la bestialidad de las
horas
muertas
la
furia de lo que no se encuentra
la
nostalgia de los viajes que no ocurrieron
que
no fueron sino ceniza blanca entre páginas escritas
con
tinta de sangre
transparente
incauta blasfemía
una
palabra bonita en el centro de la nostalgia
una
palabra con luces y castañuelas
una
palabra con mermelada negra
perdí
la juventud entre tus muslos
entre
tus pechos de mujer desenfrenada de
puta
en
tus caderas comerciales
perdí
la juventud en tu concha nácar en tu concha de oro
en
el poder de tus pelos púbicos
en
tu sexo de pocos pesos
en
tu sexo
entregado
a un muchacho pobre
a
un sujeto sin futuro
a
un pinche chamaco lleno de fantasmas parecidos
a
la pesadilla más dulce de tus perversiones
perdí
la juventud entre tus manos
entre
tus cabellos en tus ojos perdí la manera de ser
un
poco incauta entre tus pasos
en
tus persecuciones en la manera que tenías de cantar
esa
canción que tanto nos gustaba
perdí
la manera de reflejarnos la manera de amarnos
la
manera de perseguirnos de perseguir una ola
perdí
todo entre tus sábanas invisibles
deja
que lo diga en el cielo nocturno de tu cama
perdí
todo
y
soy feliz por ello
No hay comentarios:
Publicar un comentario