domingo, 6 de abril de 2014

otra forma del destino

quedan algunas luces encendidas
y llueve. un rumor de grillos
toma mi mano, pero qusiera
tocar tu pelo
levantarme de esta silla
y comprobar que nada ha cambiado
que estoy ahí
que estás ahí
que estamos a punto de salir
a un bar y emborracharnos
que no nos hemos ido de la sombra
que fundamos
que estás leyendo un libro
regando las plantas del patio
que la guerra terminó definitivamente
pero cuántos miles de sueños no ocurren
y transcurren como hermosos seres
extraños por las calles
de una dulce canción
en la penumbra de este instante
cuántos miles de años tiene el universo
y sigue acumulnado más
la vía láctea reflejada en tus ojos
cuando miras la noche
es otra forma del destino
la más chingona.
llueve, ya lo he dicho,
y algunas luces todavía se ven
encendidas en los edificios.
el mar está lejos de mis pies
y el cuerpo desnudo de una mujer
entre mis manos
es el único recuerdo del mundo
que vale la pena conservar.

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