miércoles, 5 de marzo de 2014

no se ha explorado nada

detesto el cine, pero es imposible
ignorarlo.
es como una plaga de cucarachas
una enfermedad que recorre
el sistema nervioso central
para atrofiarlo.
y no sé si eso es importante
pero mi vecina se muere de ganas
por ver la última película de Lars
Von Trier
después la de Tarantino
sexo sexo sexo
muerte
la vida es sexo y muerte
dice mi vecina y me habla de
Kurosawa
Woody Allen los hermanos Coen
Coppola Stone Hitchcock
como si hubieran sido sus maestros
en primaria
como si se hubiera acostado con ellos.
el viaje apenas inicia, dice
mientras se arregla y se pone más guapa
de lo que normalmente es
y posa frente al espejo
y vuelve a insistir en que vayamos
a la función de las ocho
es dos por uno
va a estar buena la peli
te vas a distraer
te va a gustar
insiste y recuerda la época
de las salas gigantescas
la de los autocinemas
me gustaba fajar en esos lugares
y hace gestos y sonríe como esas actrices
con cierto olor a fracaso
muchachas que salen en películas
chafas o exitosas
no hay mucha diferencia
el cine es el trauma de un sueño
en sí mismo lleva ya su fracaso
no soporta la soledad
pero mi vecina es hermosa
las películas deberían estar hechas
por pintores, no por escritores
dice ella que dijo Greenaway
a veces me siento como en una cinta
de Lynch, dice, 
y deja la huella de un beso
en el espejo y saca su cámara 
y me pide que le tome una foto.

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