detesto el cine,
pero es imposible
ignorarlo.
es como una plaga
de cucarachas
una enfermedad
que recorre
el sistema
nervioso central
para atrofiarlo.
y no sé si eso
es importante
pero mi vecina
se muere de ganas
por ver la
última película de Lars
Von Trier
después la de
Tarantino
sexo sexo sexo
muerte
la vida es sexo
y muerte
dice mi vecina y
me habla de
Kurosawa
Woody Allen los
hermanos Coen
Coppola Stone
Hitchcock
como si hubieran
sido sus maestros
en primaria
como si se hubiera
acostado con ellos.
el viaje apenas inicia,
dice
mientras se arregla
y se pone más guapa
de lo que
normalmente es
y posa frente al
espejo
y vuelve a
insistir en que vayamos
a la función de
las ocho
es dos por uno
va a estar buena
la peli
te vas a
distraer
te va a gustar
insiste y recuerda
la época
de las salas
gigantescas
la de los
autocinemas
me gustaba fajar
en esos lugares
y hace gestos y
sonríe como esas actrices
con cierto olor
a fracaso
muchachas que
salen en películas
chafas o
exitosas
no hay mucha
diferencia
el cine es el
trauma de un sueño
en sí mismo
lleva ya su fracaso
no soporta la
soledad
pero mi vecina es
hermosa
las películas
deberían estar hechas
por pintores, no
por escritores
dice ella que
dijo Greenaway
a veces me
siento como en una cinta
de Lynch, dice,
y deja la huella de un beso
en el espejo y saca su cámara
y me pide que le tome una foto.
y deja la huella de un beso
en el espejo y saca su cámara
y me pide que le tome una foto.
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