lunes, 9 de febrero de 2015

diez miligramos de alquitrán

entramos a ver El sabor de las cerezas
hacía frío pero llevabas falda 
un toque antes de entrar
tabaco y café
fumaste uno de mis cigarros sin filtro
a veces lo hacías 
te gustaba bromear con eso
¿por qué no dejas esos cigarros de viejo?
¿cómo, contestaba, mis -ya no importa 
la propaganda- deliciosos Pacífico?
con su papel arroz y sus diez miligramos 
de alquitrán
jamás
esa tarde, como muchas otras, traías
la bufanda de colores chiapanecos
que tu ex te trajo de su viaje 
por la selva zapatista
era una de tus telas favoritas
la película me gustó
tú te reíste del protagonista
nos besamos 
me susurraste al oído que subiera 
mi mano 
no llevabas nada bajo la falda
estábamos en la última fila
calientes y pachecos
cogimos
algo rápido y repentino
duro 
preciso 
ahora otra vez la noche es nítida
y se pueden ver las estrellas
he comprado unos libros de Roger Wolfe
¿y sabes?
ya no me gusta como antes
¿cómo se llama ese poema que te leí?
no sé si tú y yo tuvimos tiempo para el asco
supongo que sí
pero ya no importa
la vida no nos exigió demasiado
nos dejó o me dejó
un montón de recuerdos tuyos que 
todavía
parecen recién cortados
de la noche
nunca hay que esperar nada de nadie
ni de nada
hace mucho no voy al cine
no he vuelto a encontrar unos cigarros
como los Pacífico
¿por qué carajo los descontinuaron?

No hay comentarios: