aquí el silencio de la noches es de viejos
barcos anclados a la orilla
de este lado del río
la ciudad es una postal de luces
a punto de apagarse en el agua
los autos rayan las paredes de la noche
el viento habla a través de la yerba
esas estrellas están muertas
fumo sentado en esta banca
metido en la soledad de mi oscura
naturaleza
nada ocurre
nada ocurrirá
nada pienso
soy un monje budista en mi propio incendio
la vida está abierta
y se va
mañana este paisaje se llenará de pájaros
y flores
sábado, 28 de febrero de 2015
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