martes, 19 de febrero de 2013

noches poco perversas

esa noche, cuando salimos del bar,
después de unos buenos tragos,
y platicar estupideces,
dejamos que el mundo siguiera
moviéndose a donde quisiera.
y nosotros nos perdimos.
lo de menos eran las emociones.
sólo se trató de usarnos, sin
prejuicios ni conmiseración.
intercambiar puro placer físico.
sin nombres ni fechas.
queríamos sentir el calor
de otro cuerpo, por un instante
aunque fuera breve.
no pedimos más. ¿para qué?
sin mañanas ni promesas ni números
telefónicos, yo te usé y tú, experta,
me usaste maravillosa, vilmente.
y en la mañana otra vez la soledad.
fue perfecto.

No hay comentarios: