miércoles, 6 de marzo de 2013

encuentros a las 10 de la mañana

tu entrepierna se traslucía por tu vestido
blanco esta mañana de calor caribeño.
y no hice nada. sólo verte parada ahí,
dándole sentido a la gravedad de Newton, 
afuera del auto, flaca y buenísima, 
mientras terminabas de decirme no sé qué 
cosas de no sé qué gente de no sé qué historias. 
Chávez ha muerto, dijiste, pero no entendí 
muy bien qué querías decir o a dónde querías 
llegar. y te quedaste callada por un rato. 
esperando quizá que dijera algo. 
el niño pobre de Sabaneta que hizo todo 
por no traicionar su infancia, dijiste
o eso me pareció escuchar o no fue así.
quizá nada ha sido como hasta ahora.
una gota de sudor bajó por tu cuello.
una falda blanca dejó ver la idea 
de tu sexo. un montoncito de espuma.
unos pájaros volaron al centro del día.
una revolución más fracasó para siempre.
y unas ganas de meterte la mano.
y no hice nada. sólo mirar el resplandor
de todas las posibilidades. sólo escuchar
cómo cerrabas las puerta y luego poner
el motor en marcha para dirigirme 
hacia las trivialidades obscenas de mi vida. 
y no hice nada.

No hay comentarios: