como si estuvieran calladas.
como si no quisieran decir nada.
se sostienen en un silencio parecido
al de quienes no quieren saber nada
de nadie ni decir nada de nadie.
se mantienen incólumes en su blancura
perdida como esos cielos
que se desbocan en mitad del páramo.
las paredes de esta casa no necesitan
sentir el peso de locura alguna.
pareciera que se bastaran a sí mismas.
absortas en su simpleza de nadería.
quizá fueron levantadas por hombres
que supieron que los sueños son
tan sólo sueños y no abismos.
por hombres que intuyeron que la vida
es tan sólo vida y no tristeza ni alegría.
las paredes de esta casa son algo así
como mis más fieles amigas. me miran
mientras me consumo. no me reclaman.
No hay comentarios:
Publicar un comentario