domingo, 25 de mayo de 2014

ellos no tienen la culpa

mis hijos juegan en el jardín.
arrancan las flores,
las miran
dicen algo en su idioma
que lo dice todo
y se las comen.
mis hijos me muestran
la porquería que soy.
y ellos siguen adelante
y yo estoy crudo.
quisiera salir corriendo
y ellos se sientan con calma
como las nubes que pasan
y ellos miran el mundo
como alguna vez
también lo vi yo
y tú
y los demás,
y sin embargo sólo hay esto
la resaca de una noche,
otra más.
y no recordamos nada
de ese jardín
ni de esas flores
ni de esa alegría surgida
así nomás. o si a caso
ni si quiera hubo.
a pesar de mi resaca
los veo jugar en el jardín
sin angustias
entregados a la tierra
a las pequeñas piedras
que toman con sus deditos
para dejarlas caer
y reír con eso y yo
sigo sin explicarme cómo
a dónde diablos se va
esta belleza
estas cosas de la vida
que son la vida
por qué
se van

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