lunes, 22 de septiembre de 2014

en la fila del súper

espero en la fila de la caja para pagar 
una cervezas y unos chocolates
adelante de mí una mujer le dice a un hombre
que anoche tuvo un sueño terrible
una nave espacial aterrizaba en la colonia
y de la nava descendían unos animales
como pulpos y devoraban los autos
y se comían los edificios y empezaban
a destruir todo el barrio
mientras la gente corría y gritaba y lloraba
mientras ella, la mujer que le cuenta su sueño,
seguramente es su marido
le dice que contemplaba todo mientras 
regaba las flores de su balcón
el hombre o su marido no se ríe 
y le aconseja a su mujer que sería bueno
dejar de ver tanta televisión
y quizá llamar a su hija o visitar a sus nietos
y la fila avanza mientras la mujer
se queda callada viendo cómo la banda
de la caja arrastra sus compras
y de pronto acaricia la espalda de su marido
y le pregunta cuál hija o cuáles nietos
si jamás tuvieron nada
y el hombre le dice que es cierto
que entonces sería bueno que salieran
más de casa 
y se abrazan y se dan un beso
y pienso, carajo, sólo soy un medio
para que las bacterias sigan perpetuando
su reino inmortal 
y también me estoy poniendo viejo.

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