pensé que tu corazón, al menos,
sería como la nieve,
pero no. ahora que la veo,
en todo su deslumbrante esplendor,
la nieve, su frialdad inmune,
es hermosa y suave,
y ofrece paisajes donde a uno
le gustaría saber permanecer.
pero tú estás herida y tu frialdad
corresponde más bien
a esas hieleras de hule espuma
donde guardan sus viejas fotografías
los fatuos corazones frustrados.
lunes, 29 de diciembre de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario