viajar por la ciudad y detenerse
en una calle
frente a una ventana
en los ojos de una mujer desconocida
el polvo en las esquinas
las hojas que esperan la escritura
el olor a cerveza y las nubes
sentarse en la banca de la tarde
respirar la suave luz del invierno que termina
los barcos anclados a la orilla del río
pronto partirán
los escondites de la ciudad
la mujer desconocida deja de serlo
dice tu nombre
no importa que te hayas equivocado
domingo, 22 de marzo de 2015
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