jueves, 28 de mayo de 2015

volveremos a estar juntos

me siento ante la máquina y me quedo en blanco
no sé por dónde empezar
no sé cómo
pongo rolas de Damien Jurado
me gusta su simpleza de sol en el desierto
sus voz de ciudad desesperada
y pienso en Raymond Carver
y en el whisky
hace tiempo que no leo a Carver
ni bebo whisky
ni me largo para no volver
he caído tan bajo que todavía lo intento
miro por la ventana y no hay nadie allá afuera
la gente cree en tantas cosas
pero nunca hay nadie
la luna como la tinta de una historia sin final
no espera a nadie
por momentos las nubes la cubren
la nada me cubre
ningún poema es tan chingón
como perderse entre tus piernas
las calles todavía mojadas por la lluvia de la tarde
hoy fue un día narrado por la lluvia
hoy fui la lluvia en mi vida
nacerán tantas flores
correrán tantos ríos
hoy abracé a mi madre como si fuera a una niña
que llora porque el mundo duele
carajo
he olvidado tantas cosas
a veces quisiera salir corriendo de mi historia
incendiar mi autobiografía
desaparecer en el humo de tu cigarro
salir corriendo hasta encontrarte
me arrojo por la orilla de un sueño cualquiera
despertar en tu cama
el mundo es tan estúpidamente violento
pero hay carreteras y coraje
desesperación y por favor no te vayas
aunque no me creas
aunque hayas olvidado mi nombre
aunque no haya finales felices
ningún poema es más chingón que tus ojos
no dejo de pensar en las palabras que me escribiste
todas las calles son el camino a tus labios
quiero quitarte los zapatos
subirte la falda
quiero acostarme en la playa después de nadar
en el mar
esperarte mientras vuelves de no sé dónde
aquí estoy
es un día perfecto

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