viernes, 24 de julio de 2015

encontrados por azar

esta música me pone eufórico
las tardes a tu lado no tienen miedo
lenta y pesada
como una gota de lodo
que no quiere desprenderse
abandonar
bebamos un café en aquel lugar
la filosas orilla de ese pedazo de vidrio
donde me refleja

la escucho mientras fumo
recargado en la ventana de un viernes
de este lado de la calle
donde la vida no deja de ser
una extraña flecha disparada
hacia la nada
fragmentos
¿me llamarás más tarde,
quizá mañana?
encontrados por azar
pétalos y cenizas
en un viejo libro de filosofía

sabes que me gusta cómo se te ve aquella falda
debo estar soñando
las gaviotas de esta ciudad nórdica
parecen buscar un cuento para niños
la cámara de un documental
que hable sobre la soledad de ciertas aves
y su fuerza
tengo dos boletos para el concierto de este viernes
este viernes
de ojos sin futuro y pensativos
donde fumo
y no me importan mis dedos sucios
el primer fin de semana juntos

me pregunto por una calle que ya no existe
por un parque perdido en el fondo
de un libro todavía sin título
aquel perro sigue aullando desde hace varias noches
quizá semanas, meses
no sé cuánto no he prestado atención
pero esta música también me sabe
a pacífico refugio
donde puedo recostarme
con mi cansancio con mi confusión
pesada y lenta
¿prefieres el whisky solo?
el viento recorre aquella plaza
de bancas vacías
aquella habitación de ventanas abiertas

soy como ese toro abatido
por el que lloraste
la sangre esparcida en la plaza
el torero a punto de ser corneado
al que le mentaste la madre por no
rebelarse a su destino

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