lunes, 27 de julio de 2015

llovizna en la terraza

empieza a caer la lluvia
y me quedo ahí
sentado en el camastro 
de la terraza
no hay viento ni hace frío
más bien se trata
digamos
de una fresca llovizna
veraniega
una lluvia cursi
que despierta el olor de los jardines
olvidados
y cierta música callejera
y yo me quedo ahí
sentado
después de que todos se han metido a casa
los que celebran su aniversario
de bodas
los hijos y los nietos y los amigos
miro caer la lluvia
el cielo
los árboles
sin pensar en nada
aceptando mis errores
me concentro en esa llovizna
el ruido de las gotas en el toldo
en el jardín
en el asfalto
en el silencio
el canto de algunos pájaros
cuyos nombres desconozco
la velocidad de los neumáticos
en la calle mojada
el ladrido de unos perros
unas voces
el corno de un barco
mi respiración
mi nada
me quedo ahí
tratando de distinguir
todos los sonidos que perciba
una parvada de pájaros
sobrevuela los techos
nací para mirar esto
para escuchar esto
para sentir todo esto
me digo
más tarde un amigo me llamará
por teléfono
desde México
me hablará de sus proyectos
de los libros que está por publicar
de la universidad
de su novia
del gimnasio
me dirá que México
está jodido
se está hundiendo
me preguntará por Alemania
me dirá que está chido
y me preguntará cómo me siento
yo no sabré qué responder

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