miércoles, 14 de agosto de 2013

aquellas tardes lluviosas

aquellos días en los que todo era posible
incluso la victoria de mi equipo favortio
tu mano en mi pelo con ternura
tus miradas sin despreciar mis adicciones
aquellas tardes lluviosas y su golpeteo
en la ventana y el asfalto
el rumor de la ciudad entrando en el reposo
de nuestros cuerpos desnudos
en la cama de un viejo hotel del centro
acariciándonos como el mar a los peces
aquellos instantes luminosos de la vida
cuando fuimos insoportablemente salvajes
y egoístas y camaradas y subversivos
serán borrados junto a las demás criaturas
de la creación, pero permanecerán
intactos en la insoportable invisibilidad
donde habita la eterna fiesta de lo imposible

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