viernes, 9 de agosto de 2013

la eternidad no dura para siempre

hay días en los que no me interesa saber nada de ti.
no me importa si estás bien o no.
si te está llevando la chingada
o si la estás pasando a toda madre.
si te sientes sola   si sientes que esta vez te pasaste
de la dosis o si quieres coger hasta que te hagan pedazos
el culo. estás muy buena y tus nalgas
son la madrugada misma, la única certeza
en mitad del delirio de vivir. pero a veces,
debo decirlo, muchas veces, me importas una mierda.
a veces no y créeme que no olvido
lo leña que has sido conmigo.
no creas que no me doy cuenta de los cientos de veces
que me has rescatado de la policía
las veces que me has salvado de una putiza segura
que me habría mandado al hospital
o al cementerio, y las no pocas ocasiones
que has ido por mí a la cantina
para recogerme como hacen con la basura.
tus ojos son la perfecta sinfonía de todas las noches,
te lo he dicho miles de veces,
pero da igual
también te he dicho que tus labios son mi ruleta rusa.
has sido poca madre conmigo, más de una vez.
me has hecho sentir un cabrón que puede resolverlo todo
y me has mostrado algunos abismos escondidos
en las habitaciones de mi cristalina soledad.
hoy no quiero saber nada de ti
y no sé cuándo pasará esto, no sé si se vaya.
sé que llevas un vestido muy corto
y sé que te luce un culo para volverse loco.
sé que algún día dejaremos de vernos,
pero ni tu vestido ni tu culo ni tus labios ni tus ojos
ni la soledad inevitable de la vida
ni la nostalgia de la muerte pueden cambiar las cosas.

No hay comentarios: