sábado, 7 de diciembre de 2013

a mí tampoco me preguntes cómo pasa el tiempo

de un momento a otro te levantarás
de esta mesa
y saldrás por esa puerta
de color café
la misma por la que has entrado
y salido un montón de veces
vestida para el trabajo
para la playa
la fiesta
tantas veces
y cruzarás no solamente la puerta
sino el mundo
esa línea invisible
tras la cual el enemigo era común
y los cigarrillos
los silencios
saldrás por esa puerta y seguirás con tu vida
como si nada de esto hubiera pasado
y yo me quedaré aquí
sentado
y tus flores seguirán creciendo
y mis huellas se seguirán disolviendo
en los fragmentos entre el polvo
y me alejaré
y te alejarás
aún más
incesantemente
hasta despertarnos cada uno en los brazos de nuestra propia muerte
pero antes olvidaremos
y recordaremos
y volverás a reír
a llorar
soñar
y bailarás muchas veces más
y a caso aceptes que la felicidad
no es un día definitivo
ni un trámite necesario
en esto
alguien más dirá tu nombre
con otro acento
y sabrá acariciar tu pelo
mientras duermes
todo esto ocurrirá en cuanto cruces esa puerta
de color café

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