eras el
fruto de mi sueño en un instante sin nombre
la música
con la que se esculpían las posibilidades
tus ojos
que dieron la vuelta al mundo
me
ofrecieron el fuego
fuiste la
muerte de mis noches alcohólicas de juventud
el puente
que unía los puntos cardinales de los poemas
la diosa
desnuda del vértigo y la lascivia
sembraste
tus estrellas en mis pensamientos negros
eras los
días de la semana y las horas del día
donde
echaba mis palabras para mantener el sol
eras la
respuesta a la orilla del mar donde se bañan
las niñas y
los niños que nunca crecen.
eras la
totalidad del aire y la navaja de mi vida.
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