martes, 8 de diciembre de 2015

caminata en la playa

a la orilla del mar
amanecía
y el frío era una tenue capa
que cubrir la totalidad del silencio hacía
el mar como espejo nuestro a nuestro lado
quieto y lento
las huellas borrándose
en qué piensas cuando miras el mar
preguntó mi amigo sirio
en nada, ¿y tú?
pienso en mi país y en lo que pasa en mi país
en qué podría hacer para cambiar las cosas
en que no puedo hacer nada
en el futuro
seguimos caminando y callamos
él fumaba y su voz era suave
y triste y llena de heridas
a mi país no se puede regresar, dijo,
fumaba y fumaba y fumaba
caminamos y frente a nosotros una mujer
se desnudó y entró al mar
se bañó con la arena
desnuda y delicada en aquel frío
era una imagen hermosa
al verla ahí, sola en la inmensidad del mar
sólo se me ocurrió pensar en la posibilidad de la perfección
la tranquilidad del mar Báltico
el cielo que se abría con lentitud
el sol que asomaba sus rayos entre los tejados y los pinos y el frío
aquella mujer desnuda y hermosa
como una respuesta a cualquiera pregunta
cuando miramos el mar
un breve momento de la belleza
absorbido también por la destrucción y la catástrofe

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