sábado, 11 de mayo de 2013

de paso

todos los días pienso en mi muerte.
cuando camino por calles
oscuras y frías,
con nombres de pensadores
y árboles y poetas,
mientras camino por avenidas
de autos desesperados
y mujeres hermosas destrozadas
por las drogas y el alcohol
tiradas en la banqueta
pidiendo dinero mientras duermen.
cuando trabajo,
cuando estoy frente al mar,
cuando bebo, pienso en mi muerte.
cuando cogemos.
está junto a mí, en mí sangre
y mis huesos,
acompañándome como el viento,
como el sol y la noche.
está aquí, como las primaveras
donde el mundo parece
un perro feliz.
estoy de paso, sólo un instante.
estamos de paso.
y la vida, toda la vida proyectada
en mis primeros diciembres
como viaje larguísimo,
casi
interminable,
se va cada vez más rápida,
se nos va.
trato de no aferrarme a nada.
y pienso en ti
y en mi muerte.
y me siento a salvo.

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