basta con tu mirada.
que digas algo. que los ignores.
sabes de qué está hecha
la lujuria: sus callejones sin salida.
sus volcanes de ciudad vieja,
su deshuesadero.
una mirada, una sonrisa,
un movimiento de tus manos.
el exacto instante de tu falda al abrir
las piernas es suficiente
para que se vuelvan locos y quieran
dejarlo todo para poseerte.
que digas algo. que los ignores.
sabes de qué está hecha
la lujuria: sus callejones sin salida.
sus volcanes de ciudad vieja,
su deshuesadero.
una mirada, una sonrisa,
un movimiento de tus manos.
el exacto instante de tu falda al abrir
las piernas es suficiente
para que se vuelvan locos y quieran
dejarlo todo para poseerte.
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