martes, 4 de junio de 2013

la ley del menor esfuerzo

estamos a 40 grados.
un calor húmedo.
ando en calzones.
mientras lavo un vaso
sale por patas una cucaracha.
no alcanzo a hacer nada.
la miro cómo se pierde
tras la estufa.

me preparo un whisky con hielos.
en la radio, una locutora
con voz cachonda
habla de la ley del menor esfuerzo:
"es una ley que se basa en el hecho
de que la inteligencia de la naturaleza
funciona con toda facilidad
y despreocupación".

le doy un trago a mi whisky
y escucho.
vuelve a hablar:
"si observamos bien la naturaleza,
nos daremos cuenta que utiliza un esfuerzo mínimo
para funcionar.
la hierba no se esfuerza para crece;
sencillamente, crece.
los peces no se esfuerzan para nadar;
sencillamente, nadan.
la naturaleza del sol brillar.
y es la naturaleza humana hacer que los sueños
se conviertan en realidad,
con facilidad y sin esfuerzo”.
vaya mamada.

imagino a la locutora
esforzándose
por buscar algo qué decir
en la radio.
por entonar su voz para escucharse
cachonda.
esforzándose para cagar.
vuelve a la carga sobre el tema
y la apago.

pongo música en la computadora.
Satie.
le doy otro trago a mi whisky
y contemplo el desmadre de mi casa.
un rotundo cochinero.
como mis sueños.
veo a la cucaracha salir hecha la chingada
de la cocina hacia la puerta.
pienso en pisarla, pero desisto.
es inútil. no tiene sentido.
las cucarachas sobrevivirán a los hombres.
busca una salida.
su instinto la impulsa. trata de escapar.
lucha por colarse por una rendija
de la puerta, pero no cabe.
gira sobre su propio eje
como borracha
y se dirige a otra rendija
menos estrecha. y lucha,
hace lo posible para colarse por ahí
como el rayo de sol que entra
y dibuja en el suelo
un delicado cuerpo de mujer.
y lo consigue.

No hay comentarios: