llueve y se moja tu ropa interior recién lavada
igual que los cuerpos y la soledad de los cuerpos
igual que las calles y las ventanas de esos cafés del barrio
donde la ausencia ha ocupado las mesas
igual que tus pensamientos mientras te pintas las uñas
y también la ventana de un hotel de paso
desde la cual se derrama una mirada estrepitosa
y ansiosa de eternidad
y los jardines donde te has recostado a ver el cielo
y las banquetas que has andado
y las casas rodantes con promesas y trastes rotos
y las luces de neón con sus orillas donde pasan veloces
las sombras de las ratas y las fantasías.
llueve y todo se moja,
pero lo que te quiero decir es que la lluvia
ha mojado tu ropa interior pero no mejor que tú.
miércoles, 12 de junio de 2013
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