sábado, 17 de enero de 2015

el agua que corría por tus mejillas

si estuvieras aquí nos tomaríamos ese vino
espumoso que me regalaron en mi cumpleaños
y pasaríamos la tarde recorriendo la ciudad
y la ciudad renacería bajo tus pasos 
y ese libro de relatos de Conrad 
sería más divertido si lo leyéramos juntos
antes o después de hacer el amor
y quizá cocinaríamos alguna pasta con crema 
y champiñones y fumaríamos mariguana
mientras vemos alguna película colgados
a la red, tumbados abrazados en el sofá
donde sólo cabemos tú y yo y lo demás 
puede irse al carajo porque si estuvieras aquí
con tus toneladas de sueños
con tus pequeños lunares en la espalda
con tu colección de aretes y tus vestidos y tu voz
con tu manera de respirar y fumar por las mañanas
mientras miras el mar y dices que te fascina
el estruendo que hacen las olas cuando revientan
y hace calor y corres desnuda hasta clavarte
en aquella interminable bestia de agua salada
porque si estuvieras te besaría lentamente
todo el cuerpo y sin promesas estúpidas
me detendría en esos lugares donde el placer
no se agota nunca

No hay comentarios: