viernes, 23 de enero de 2015

adulto

los adultos dan asco
cadáver del sueño que alguna vez quemó las manos
cuerpo hinchado y putrefacto de los planes para conquistar el mundo
de los planes para salvarlo 
les apesta la boca a infierno 
las axilas las ingles
las patas les apestan a drenaje de la Colosio
se les ha quedado pegada la mierda en el culo 
en las manos
en su intento por mantenerse jóvenes
desesperadamente inmunes al paso hambriento
del tiempo
y prometen hacer ejercicio
y un día salen a correr o se paran en el gimnasio 
son tan ridículos 
se cansan en chinga
no aguantan nada
no duran ya la noche entera
no dan el ancho
no se les para
el mundo se les ha empezado a caer encima 
el cometa de sus últimas fantasías galácticas se acerca velozmenete
por el túnel de su soledad
va directo a estrellarse en los últimos refuerzos de su equipo
de tercera división
sus consejos de buena moral
sus palabras sobre lo que se debe o no hacer son pañales tirados
a la orilla del mar
hablan con pus y babean silencios con sarna
se sienten tan orgullosos de sí mismos
y se van enterrando bajo el fango de sus miedos
los adultos de hoy son los mismos adultos de ayer 
y son los mismos de mañana
corruptos mentirosos lamegüevos 
cobardes que les gusta mandar
carne en descomposición cuyos gusanos gozan
que otros les obedezcan
tienen el alma llena de cicatrices cuyas anécdotas no valen
ni un boleto del metro
y se empeñan en contarlas en hablar de sí mismos 
como si hubieran comandado un buque
a través de los peligrosos mares de China (se rieron del capitán MacWhirr)
y van por la calle arrastrando la invisble cobija de su infancia
los pájaros azules de su pecho se han convertido en aves enfermas
encarceladas en prisiones de máxima seguridad
en matrimonios en manicomios
en casas de seguridad
cada vez más sicarios con los ojos llenos de lotes baldíos
se adueñan de sus almas
los adultos van por ahí manoseando a las niñas 
y a los niños a quien se descuide
ataviados con disfraces de sacerdotes jueces oficinistas
intelectuales narcos profesores entrenadores
escritores artistas rockeros o lo que sea
y miran a los más jóvenes con un pinche celo enfermo
y no dudan en escupirles su desprecio
en tacharlos de pendejos
se confirman en sus coches último modelo
en sus bicicletas último modelo
en sus propiedades a crédito
en sus relojes 
en sus cuentas de banco
en su deslumbrante aspiración espiritual
fracasos último modelo
vanguardias de la necedad
se les salen los pelos de las narices 
se masturban las veces que puedan con internet
y luego se maquillan, nuevamente orgullosos de sus logros
los presumen y se sientan a beber en un bar 
y piensan –si piensan- en su vida como si fuera la escena de una película
que alguna vez estuvo de moda y decía algo
pero ya no saben qué
el coraje los ha abandonado
y en su lugar
el hastío contamina lentamente sus venas
se compadecen de sí mismos
sienten conmiseración por su existencia
acarician con ternura 
sus pendejadas
y justifican sus manos vacías con guerras que jamás ocurrieron
aunque insisten que fueron libradas con la frente en alto
pesados y lentos
repetitivos
represivos
pero insoportablemente necesarios para darnos cuenta de ese gran error
que es creer que las cosas podrán ir mejor
los más grandes hijos de puta
los más hijos de la chingada
los más pinches tristes del mundo
ninguno se salva

No hay comentarios: