sábado, 30 de enero de 2016

meditación en negro

llega la noche y busco las palabras
por el día arrastradas.
por el día y el silencio.
por el mar y la playa.
por las almas perdidas del camino.

viajar es no saber nunca hacia dónde.
ni los motivos. no existe el regreso
al punto de partida.

pero llega el momento de la duda.
se mira la ventana
y de pronto se entiende que la ciudad no es nuestra
ni de nadie, y sus parques, estaciones,
caminos han perdido su sentido.
ya no nos dicen nada.
se piensa en la renuncia.

si fuera una película esta historia,
volar el papalote de la tarde
entre la incertidumbre
y la meditación del invierno, le habríamos
ganado las apuestas al destino

y quizá estas palabras
que han llegado esta noche hasta mi mesa
tendrían un sabor menos amargo.

ahora es más de media noche
y ni tú ni yo somos inocentes.
el amor te ha enseñado que es posible
perdonar y olvidar, y sin embargo.

no lo entiendo. viajar es perderse para siempre
de ti, del mundo, de uno mismo.

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